Ucrania recibe su primer cuarto de siglo como país independiente en un marco de fuertes tensiones con los rebeldes prorrusos y el Gobierno de Vladimir Putin por la anexión de Crimea y Sebastopol a la Federación Rusa.
En diálogo con Infobae por el aniversario número 25, Yuri Diudin, embajador ucraniano en la Argentina, no dudó: "Es el momento más delicado que vive Ucrania desde su independencia".
Aunque los festejos "se desarrollarán en un ambiente preocupante, porque continúa la agresión rusa", el diplomático aseguró que la triste realidad que vive el país no opacará lo que será "un momento de gran júbilo". "La gente recibe muy bien el aniversario, es algo muy significativo".
Apenas pasaron 25 años desde que el Parlamento ucraniano aprobó el Acta de Independencia para dejar de formar parte de la Unión Soviética. Sin embargo, "Ucrania es un país con una historia milenaria", resaltó Diudin.
Aquel 24 de agosto de 1991, el Parlamento, en sesión especial, dio luz verde al Acta por amplia mayoría, luego de que los conservadores comunistas intentaran ejecutar un golpe de Estado en la Unión Soviética.
Tanto Kiev como otros Gobiernos occidentales acusan a Putin de querer retomar la hegemonía rusa de los tiempos de la Guerra Fría.
Tras más de dos años y medio de conflicto, fueron varias las teorías respecto de las intenciones del Kremlin de presionar por la anexión de las ciudades ucranianas de Crimea y Sebastopol y de intervenir en la lucha contra el Ejército de ese país, mientras Moscú continúa rechazando esas acusaciones.
"El objetivo de Rusia es no permitir a Ucrania salir de su órbita de influencia", explicó el embajador ucraniano.
La semana pasada, el presidente Petro Poroshenko manifestó que Moscú "está preparando algo más serio" en la zona fronteriza.
Ante esas declaraciones, Diudin indicó que en las últimas semanas hubo "una actividad inusual" en la que se pudo observar "una gran concentración de material bélico", como artillería pesada, misiles y tanques. "Esto genera una gran preocupación y lleva a una mayor desestabilización".
Frente a este delicado panorama de constante agresión rusa, y ante "la falta de voluntad" de Moscú para cumplir con el acuerdo de Minsk, el diplomático auguró que en el corto y mediano plazo no habrá paz entre ambos países.
"Rusia no está interesada en la paz. Si no cumple con el acuerdo (de Minsk), podría crear un precedente muy peligroso", apuntó.
Si bien el conflicto persiste, y Rusia no muestra signos de dar el brazo a torcer, el embajador ucraniano destacó el apoyo de las potencias occidentales tanto en el plano político como en el militar.
"Hemos recibido material como cascos antibalas, drones y sistema de visión nocturna y armas defensivas".
El primer cuarto de siglo como país independiente recibe a Ucrania en medio de un conflicto interno y con una fuerte crisis política y económica. Sin embargo, Diudin resaltó las "grandes reformas" que se han realizado desde la llegada de Poroshenko al poder, principalmente contra la corrupción y el sistema judicial.
"Pero ese camino de reformas sería mucho más fácil sin la agresión rusa", concluyó.