El hallazgo del intensamente buscado exoplaneta, bautizado "Próxima b", fue confirmado por astrónomos del Observatorio La Silla de ESO (European Southern Observatory), en el norte de Chile, y monitorizado por otros telescopios del mundo.
Los estudios, que comenzaron hace tres años, mostraron que Próxima b orbita cada 11 días una estrella fría, enana y roja (Próxima Centauri), la más cercana a la Tierra, a una distancia de poco más de cuatro años luz del sistema solar.
"Se han encontrado muchos exoplanetas y van a descubrirse aún muchos más, pero buscar el potencial análogo de la Tierra más cercano y conseguirlo ha sido la experiencia de toda una vida", dijo Guillem Anglada-Escudé, a cargo del equipo de astrónomos que logró el hallazgo. "El siguiente paso es la búsqueda de vida en Próxima b", agregó.
El nuevo exoplaneta y la estrella fría que orbita se ubican en la constelación de Centaurus. La imagen de ambos es demasiado débil para poder ser detectada a simple vista y los cuerpos se encuentran cerca de un par de estrellas mucho más brillantes, conocidas como Alfa Centauri AB.
Aunque Próxima b orbita mucho más cerca de su estrella que Mercurio del Sol, ésta es mucho más débil y posee una temperatura estimada que permitiría la presencia de agua líquida en su superficie.
Pese a estas condiciones favorables, se estima que la superficie rocosa de Próxima b puede verse muy afectada por las llamaradas de rayos X y de radiación ultravioleta procedentes de la estrella, mucho más intensas que las del Sol respecto a la Tierra.
Con todo, ESO destacó que este descubrimiento será el inicio de más observaciones, con instrumentos actuales y con la próxima generación de telescopios gigantes, como el E-ELT (European Extremely Large Telescope), que se emplazará en el norte de Chile.
La construcción del E-ELT se suma a una nueva generación de telescopios grandes que se ubicarán en el norte del país sudamericano, zona que ofrece condiciones climatológicas únicas para la astronomía.
Con información de Reuters