Al menos 50 personas murieron y decenas resultaron heridas en un atentado con bomba durante una boda celebrada por kurdos la noche del sábado en Gaziantep, sureste de Turquía, anunció el gobernador de la región en la televisión CNN Turk.
El gobernador Alí Yerlikaya había afirmado con anterioridad que el ataque era "un atentado terrorista", cometido quizás por un kamikaze, en esta ciudad situada cerca de la frontera siria.
"Varias personas perdieron la vida y las primeras informaciones hacen pensar en un atentado con bomba", había dicho a su vez el diputado turco Mehmet Erdogan, del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
El diputado Erdogan indicó que se desconocía quien fue responsable de la explosión y consideró muy probable que se tratara de un ataque suicida. Agregó que es el tipo de ataque que suele perpetrar el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) o el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Un funcionario turco declaró que "según las primeras informaciones la ceremonia se celebraba al aire libre".
El viceprimer ministro Mehmet Simsek, también diputado de Gaziantep, consideró que "atacar una boda es algo bárbaro". "El objetivo del terror es atemorizar a la población, pero no lo aceptaremos", dijo por televisión.
Serie de atentados
El sureste y el este de Turquía fueron blanco a mediado de semana de tres atentados que dejaron 14 muertos y el gobierno atribuyó al PKK kurdo. La guerrilla kurda, después de una calma relativa tras la intentona golpista del 15 de julio en Turquía, parece haber reanudado una intensa campaña de atentados contra las fuerzas de seguridad.
Gaziantep, al norte de la frontera con Siria, se ha convertido en un punto de paso de numerosos refugiados sirios que huyen de la guerra civil que dura más de cinco años en su país. Pero, además de refugiados y militantes opositores, en la región están presentes un número significativo de yihadistas.
Turquía sufre desde hace más de un año una serie de atentados muy mortíferos atribuidos a ISIS o al PKK, sobre todo en las ciudades de Ankara y Estambul.
La explosión de Gaziantep se produjo el mismo día en que el primer ministro, Binali Yildirim, anunció por la mañana que Turquía quiere tener un papel "más activo" en la solución de la crisis en Siria con el fin de "detener el baño de sangre".
"Lo queramos o no, Assad es hoy uno de los actores" de la guerra en este país y es posible "hablarle para la transición", dijo Yildirim, aunque excluyó que sea Turquía quien lo haga.
Estas palabras llegan cuando Ankara se ha reconciliado con Rusia y aceleró sus contactos con Irán, con un intercambio de visitas de los ministros de Exteriores truco e iraní en el plazo de una sola semana.
Tanto Rusia como Irán apoyan activamente al presidente sirio, Bashar al Asad. Turquía respalda a los rebeldes.
Con información de AFP y EFE