El gobierno italiano decidió el viernes la disolución del Ayuntamiento de Corleone argumentando "infiltraciones mafiosas", informó el diario español El País. Corleone es un pequeño pueblo siciliano, de apenas 11.000 habitantes, del que han salido los jefes más feroces de la mafia italiana; entre ellos, el sanguinario Totò Riina y su sucesor, Bernardo Provenzano, fallecido el mes pasado a los 83 años y conocido como el último padrino.
La decisión fue tomada por el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, después de una serie de casos que daban cuenta de un aumento de la criminalidad y que parecían tener el sello de la mafia, sumada a las complicidades políticas y religiosas del pueblo.
El primer episodio extraño estuvo relacionado con la llamativa parada que hizo la procesión religiosa de la cofradía San Juan Evangelista el pasado mes de junio frente a la casa de Totò Riina, condenado a cadena perpetua acusado de haber asesinado a alrededor de 40 personas y haber ordenado matar a más de 100; entre ellos, los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. El vicepresidente de la cofradía, Leoluca Grizzaffi, defendió que se trataba de una parada casual y casi obligada debido a la cantidad de gente que había en ese punto.
Otro caso investigado es el de la contratación de la hija del capo Rosario Lo Bue (acusado de intentar organizar el asesinato de un ministro) como asistente sanitaria en la escuela Giuseppe Vasi. La hija del mafioso fue la única que se presentó al proceso de selección porque, por razones desconocidas, la convocatoria no se publicó en la página web del Ayuntamiento.
En torno a las instalaciones cercanas al campo deportivo del pueblo, también hubo polémica. Se trata de la adjudicación de contratos por parte de un trabajador del Ayuntamiento, Antonio Di Marco, que fue detenido por realizar gestiones que favorecieron a la mafia y por encubrir las reuniones que celebraban los criminales en las instalaciones municipales.
Pero el caso que realmente ha llevado a la disolución del Ayuntamiento ha sido la vinculación del hermano de la alcaldesa de Corleone con la mafia. Un grupo de mafiosos locales se reunieron con la primera edil del pueblo para tratar el alquiler de una planta de productos lácteos que pertenece al Ayuntamiento. En esa reunión estuvo Giovanni Savona, el hermano de la alcaldesa, Leoluchina Savona.
La posible vinculación de la alcaldesa con la Mafia ha impresionado porque Leoluchina Savona era conocida como una política antimafia que incluso fue premiada en varias ocasiones por combatirla. Gobernaba en Corleone desde el año 2002, con una formación de centroderecha, y ha rechazado tener relación alguna con las infiltraciones mafiosas.
“Podré pecar de inexperiencia, pero no puedo ser considerada cercana a los círculos de la mafia. Estoy dispuesta a alejarme de mi propia familia”
"Podré pecar de inexperiencia, pero no puedo ser considerada cercana a los círculos de la mafia. Estoy dispuesta a alejarme de mi propia familia si se demuestra que mi hermano está involucrado", ha dicho la alcaldesa.
Los representantes de los distintos partidos políticos han lamentado una situación que denunciaban desde hace tiempo. "La disolución del Ayuntamiento de Corleone es grave y dolorosa. La responsabilidad de quien permitió a la Cosa Nostra participar en las actividades administrativas es imperdonable", afirma el senador por Sicilia del Partido Democrático Giuseppe Lumia, miembro de la Comisión Parlamentaria Antimafia.
A pesar de su historia ligada a la criminalidad, el gobierno de Corleone nunca había sido disuelto por su vinculación con la Mafia.