Jenna Louise Driscoll se declaró culpable de los delitos de "bestialidad" luego de que la policía encontrara videos grabados en su teléfono celular donde mantenía sexo con un perro pitbull. Conocerá la sentencia el 3 de noviembre en la Corte del Distrito de Brisbane, Australia.
Driscoll era investigada por tráfico de marihuana, cuando en octubre de 2014 los detectives revisaron su móvil y descubrieron los videos que la mostraban teniendo sexo con su mascota. El celular formó parte de las pericias, no sólo por su zoofilia, sino además por la comercialización de la droga.
En ese entonces, la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra Animales de Queensland (RSPCA, por sus siglas en inglés) había advertido: "Para actuar y rescatar al perro tenemos que probar que hubo crueldad o que fue torturado".
La policía de Brisbane investigaba a Driscoll por tráfico de marihuana, proceso que aún continúa. A lo largo de ese año, la mujer de 26 años había sido investigada por tres causas relativas a la comercialización de drogas. Entre los hechos que se le imputaron pudo comprobarse que en una ocasión intentó vender 113 gramos de cannabis por 1.150 dólares y en otra oportunidad fueron 85 gramos a 900 dólares.
Durante la recopilación de pruebas, los investigadores descubrieron los tres videos grabados por ella misma que la mostraban mantiendo relaciones sexuales con su perro.