En 1937, en pleno auge del nazismo y apenas dos años ante del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la municipalidad de Dusseldorf, en Alemania, encaró la cotidiana tarea de pavimentar la calle Auf'm Rott.
De acuerdo la cadena alemana Deutsche Welle, la ley requiere que los vecinos paguen una parte proporcional del trabajo sobre las calles (que deben abonar una vez finalizadas las mejoras) en las que habitan.
Pero las obras se extendieron por más de ocho décadas, y ahora dos vecinos se niegan a pagar una cuenta que, ajustada por inflación y trasladada a la nueva moneda, alcanza los 30.000 euros.
El municipio demandó a los vecinos y los tribunales le dieron la razón, por lo que los moradores en Auf'm Rott tendrán que desembolsar el monto. "Hoy no se harían así las cosas, sino que la obra se ejecutaría de una vez", aseguró el juez Stephen Barden, citado por Deutsche Welle. "Pero la ley dice que, cuando concluye el trabajo, hay que pagar la factura", agregó.
La prensa alemana llamó a este particular caso el del "asfalto de Hitler", ya que el brutal dictador dirigía el país al momento de comenzar las obras, las cuales se terminaron finalmente en 2009, cuando se pusieron las aceras.