Otro búmeran en suelo francés de las políticas "buenistas" contra el yihadismo

Por George Chaya

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La Iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray atacada este martes por el Estado Islámico.
La Iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray atacada este martes por el Estado Islámico.

El sacerdote Jacques Hamel, de 84 años, ha sido degollado en su iglesia en Normandía (Francia). El anciano sacerdote se encontraba celebrando misa junto a un grupo de fieles, quienes también fueron secuestrados y atacados. Una mujer se encontraría en estado crítico y dos hombres gravemente heridos. Los atacantes de la iglesia de Saint-Entine-Du-Rouvray, cerca de Rouen, fueron muertos durante la operación policial de rescate.

Por primera vez, en lo que significa un importante avance en la lucha contra el terror islámico, el presidente Hollande manifestó abiertamente que "se trata de un ataque del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés)", puntualizando que ha sido un ataque contra la iglesia católica francesa y el derecho de culto de toda Francia, por lo que el accionar terrorista será respondido firmemente "tanto en el campo militar como con nuevas medidas y políticas migratorias".

Distintas fuentes de la prensa francesa señalaron que uno de los terroristas yihadistas que atacó la iglesia y dio muerte al padre Hamel es un joven musulmán nacido y criado en la propia Saint-Etienne-du-Rouvray, que trató de viajar a Siria el 15 de mayo del año pasado pero fue devuelto por las autoridades turcas.

El padre Jaques Hamel fue degollado por dos yihadistas de ISIS en su parroquia de Saint Ettiene (AP)
El padre Jaques Hamel fue degollado por dos yihadistas de ISIS en su parroquia de Saint Ettiene (AP)

Este joven terrorista poseía pasaporte comunitario y, según las mismas fuentes, fue procesado en Francia a su regreso por el delito de "asociación terrorista". El pasado 22 de marzo, salió en libertad condicional con autorización de moverse fuera de su hogar en un horario limitado de 8.30 a 12.30 del mediodía, pero controlado con una pulsera electrónica. La fiscalía recurrió sin éxito la decisión de dejarlo en libertad condicional por considerarlo una persona peligrosa por sus contactos y antecedes terroristas. El juez que llevaba el expediente no hizo lugar al pedido fiscal y lo liberó.

Ante el brutal crimen del anciano sacerdote, el presidente Hollande llamó por teléfono al arzobispo Georges Pontier, presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, al tiempo que el Papa Francisco ha expresado su "dolor y horror" tras el asesinato.

Francia está en shock y para prevenir reacciones descontroladas las autoridades han pedido que no se suban fotos ni vídeos del suceso a las redes sociales.

La pregunta que se efectúan miles de ciudadanos franceses y europeos en general es ¿cómo se llego a este estado de cosas?

En parte, la respuesta la podrán encontrar en el complejo y la culpa de las sociedades europeas que, sumado a una idea obsesiva por lograr la paz e instaurar una democracia que solo tiene sustento en la propia fantasía de la dirigencia de una Europa que va a la deriva, no ha entendido que le han declarado una guerra desde el Islamismo.

Europeos como Hollande, Merkel y otros han defeccionado en su gestión y sus políticas "buenistas" exponen la vida y los bienes de sus ciudadanos a los peligros del yihadismo, para, finalmente, colocar la libertad y la democracia europea en una zona de oscuridad e incertidumbre donde serán estériles los gestos, las incursiones aéreas, las retiradas y hasta las futuras deportaciones. Nada de ello llevará a Europa a recuperar una vida en paz para sus ciudadanos por varios años.

Las muestras han sido varias desde los ataques a Charlie Hebdo, pasando por Paris, Bélgica, Niza y la cadena de ataques recientes en Alemania. Este nuevo acto de barbarie islámica degollando al sacerdote en propio suelo francés, lo ratifica. "

Es cada día mas claro que si los terroristas islámicos son desarmados, desarticulados y vencidos habrá paz en Oriente Medio, en Europa y en el mundo. Sin embargo, si Europa se relaja y se cansa de vencer a sus enemigos -como algún gobernante europeo señaló en el pasado respecto de derrotar al fascismo y el comunismo-, entonces verá que el nuevo islamofascimo yihadista la arrastrara a un destino similar al de la vieja Atenas derrotada. Cuando en realidad y ante el estado de situación desatado por el terror islámico, la única opción posible que se impone en el corto plazo para tratar con terroristas sanguinarios es decidirse por ser y actuar como Esparta.

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