Mientras el régimen de Bashar al Assad y los rebeldes sirios mantienen su lucha armada desde hace ya más de cinco años, miles de civiles intentan a diario sobrevivir al conflicto. En medio de ese alarmante contexto, en el que también intervienen terroristas de grupos como el Estado Islámico y el Frente Al-Nusra (brazo armado de Al Qaeda en Siria), las Fuerzas de Defensa de Israel se encargan de brindar asistencia médica a los heridos que llegan a la frontera.
"Como unidad médica del IDF, nuestra tarea es brindarle asistencia a la gente que llega herida a la frontera", declaró en diálogo con Infobae el sargento Michel Kushkov, desde la frontera entre Israel y Siria.
Asimismo, remarcó que todas las personas que reclaman ayuda reciben asistencia, sin importar "de donde provienen las heridas" y sin importar su raza, religión o sexo.
El militar israelí aseguró que estas personas "regresan a sus casas en Siria luego de ser asistidos", pero aclaró que recién son dados de alta cuando están cien por ciento sanos.
"El tratamiento que reciben no es diferente al que se le brinda a cualquier otro civil o ciudadano de Israel", agregó.
Por su parte, Kushkov Indicó que "siempre existe el riesgo" de que las personas que llegan a la frontera solicitando ayuda, en verdad sean terroristas. Sin embargo, el militar sostuvo que la tarea que se lleva a cabo es puramente humanitaria.
Miles y miles de personas intentan por día escapar de la guerra siria. Si bien no precisó una cifra oficial de sirios que llegan a la frontera para ser tratados, el médico israelí estimó que pueden ser "dos o diez incluso".
"Ese número varía de acuerdo a cómo está la situación ese día", apuntó.
Desde al año 2013, la unidad médica de las FDI le salvó la vida a más de dos miles personas.
Con relación a la preparación del staff médico, Kushkov aseguró que el proceso es intenso.
"El entrenamiento médico que recibe nuestro cuerpo médico es muy largo, de un año y cuatro meses, con muchos exámenes y varias visitas a hospitales", añadió.
La guerra siria ya se cobró la vida de casi medio millón de personas, y más de cinco millones de refugiados. En ese contexto, y ante la latente amenaza terrorista, Israel utiliza su frontera con Siria para brindar asistencia a la población siria, aunque muchas veces el herido puede resultar ser un enemigo.