Tahar Mejri es tunecino y vive en Francia con su familia desde hace años. Desde el jueves por la noche buscaba a su esposa e hijo. Fue luego de que otro tunecino -radicalizado por el islam- embistiera a una multitud que disfrutaba de los fuegos artificiales en conmemoración del Día de la Bastilla, fecha nacional en Francia, en el Paseo de los Ingleses. Recién pudo encontrarlos ayer domingo 17, muertos.
Las autoridades le habían confirmado el deceso de Olfa Ben Souayah Khalfallah hacía algunas horas, pero nada se sabía del paradero del pequeño Kylian, de cuatro años. La desesperación de Mejri fue total al conocer la verdad. Fotógrafos de las agencias de noticias que se hallaban en el lugar captaron el desgarrador momento que refleja el otro lado del terror: el de los familiares de las víctimas. "¡Los dos!, ¡los dos!", fueron los gritos que pronunció al saber la novedad.
Su mujer, Khalfallah, también era de Túnez. Y junto con Tahar y el niño vivían en Lyon. Ambos formaron parte de la lista de 84 personas que fueron asesinadas por Mohamed Bouhlel el pasado jueves. El fundamentalista condujo su camión a toda velocidad atropellando a cientos de personas a su paso. Sólo fue detenido por los disparos de la policía. Entre las víctimas mortales, había otros diez menores.
El hermano de Mejri, Kame, indicó: "Encontró a su esposa muerta, pero su hijo no estaba allí. Vine a ayudarlo. Buscamos en todos los hospitales pero no lo encontramos, no sabemos dónde está", había indicado el hombre antes de la triste noticia. A las pocas horas, conocieron la noticia más desesperante.