Aterrorizados, los asistentes al espectáculo de fuegos artificiales por el día de la Bastilla, en Niza, que terminó en masacre, corrieron entre escombros que volaban, gritos y disparos cuando un camión arrolló a la multitud en el Paseo de los Ingleses.
"Fue un caos abosluto", dijo Robert Holloway, un corresponsal de la agencia AFP. "Vimos a la gente siendo golpeada y pedazos de escombros que volaban. Tuve que proteger mi rostro."
Tarubi Wahid Mosta tomó fotos después del ataque: juguetes abandonados, una silla de ruedas vacía.
"Casi piso un cadáver, fue horrible. Parecía un campo de batalla", dice en un video que compartió en Facebook.
"Todos estos cuerpos y sus familias pasaron horas en el suelo sosteniendo las manos frías de los cuerpos desmembrados por el camión. No puedes hablarles o confortarlos", cuenta Mosta, quien se llevó a su casa un Yorkshire terrier que pertenecía a una de las víctimas.
Otro testigo llamado Nader dijo al canal de televisión BFM que vió el ataque de principio a fin y que en un principio pensó que el conductor "había perdido el control".
"Yo estaba en la calle. (El conductor) paró justo frente a mí después de apalstar a mucha gente", contó. "Estábamos tratando de hablarle para que pare. Se veía nervioso. Había una chica bajo un auto, él la aplastó y un hombre al lado mío la sacó de ahí", agregó.
Nader vio cuando el conductor sacó una pistola y empezó a disparar a la policía."Lo mataron y su cabeza quedó fuera de la ventana", dijo.
Una guardia de seguridad de 37 años llamada Marie, que trabajaba en el Museo Massena, en el que se llevaron a cabo las festividades por el Día de la Bastilla horas antes del ataque en el que murieron al menos 84 personas, describió el pánico de la gente.
"Vimos a cientos de personas corriendo para buscar refugio. Había niños, la gente fue pisoteada", relató.
Mientras que Roy Calley dijo a la BBC que la situación era "bastante horrenda", que la gente gritaba y que se escuchó un fuerte sonido, similar a una explosión.
(Con información de AFP.)