Provenzano estaba en el hospital milanés de San Paolo, donde permanecía ingresado en coma profundo desde el 9 de abril de 2014 bajo el régimen de aislamiento penitenciario, según confirmaron fuentes del Departamento de Administración Penitenciaria italiana.
Considerado uno de los mayores criminales de la historia italiana, fue detenido el 11 de abril de 2006 en un caserío del municipio siciliano de Corleone, donde nació en 1933 y cerca de su casa familiar, luego de haber permanecido prófugo durante 43 años.
Su estado de salud era muy delicado y sus condiciones se agravaron el viernes pasado a causa de una infección pulmonar, señaló Roberto Piscitello, director general de detenidos en tratamiento del Ministerio de Justicia.
En sus últimos años, Provenzano había permanecido bajo largos períodos de sueño, con un cuadro cognitivo muy limitado, sin poder hablar, y en 2012 entró en coma profundo tras ser operado de la cabeza al caerse en su celda.
Las fuentes consultadas señalaron que la última visita que recibió en vida fue el pasado domingo 10 de julio, cuando su mujer e hijos fueron autorizados a ver al capo mafioso en el centro hospitalario.
El criminal estuvo preso en la Penitenciaría de Parma, pero fue ingresado bajo régimen de aislamiento en el hospital milanés debido a que su estado de salud y su precario cuadro neurológico impedían su permanencia en la cárcel.
En los últimos años, su abogada Rosalba di Gregorio había solicitado sin éxito la revocación del régimen de aislamiento, conocido como "41 Bis", y la suspensión de la pena de su cliente debido a sus delicadas condiciones de salud.
Su perfil criminal
Conocido como "Zio Binu" (Tío Bernardo) o "U tratturi" (el Tractor, por su fuerza y determinación para disparar), Provenzano se convirtió en el sanguinario "jefe de jefes" de Cosa Nostra tras el arresto del criminal Salvatore "Totó" Riina.
Durante los 43 años que permaneció prófugo de la Justicia, gestionó toda la actividad de la Cosa Nostra y ordenó centenares de asesinatos, lo que lo convirtió en el "enemigo número uno" de las fuerzas del orden italianas.
Junto con su amigo Riina, desencadenó en la década de 1980 la "guerra de la mafia" contra el Estado italiano y contra los clanes rivales, una época que culminó con el asesinato de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992.
Tras la detención de Riina, en 1993, tomó los mandos de la Cosa Nostra y emprendió la conocida como "estrategia de la sumersión", la que limitaba las acciones violentas y públicas.
No obstante, sus crímenes a la sombra fueron castigados tras su arresto con una veintena de sentencias a cadena perpetua.
(Con información de EFE.)