Cera de 36 millones y medio de españoles estaban llamados este domingo para elegir el Parlamento del que saldrá el próximo presidente. Se preveía una baja participación del electorado, como en los comicios de diciembre pasado. Sin embargo, en esta jornada se registró la concurrencia más baja en la historia de la democracia, con una participación del 51,22%, siete puntos inferior a 2015.
De esta elección saldrán los 350 diputados del Congreso y 208 senadores, siempre que alguno de los candidatos logre formar gobierno.
El índice de participación el 20 de diciembre de 2015 a las 18 horas (16 GMT) fue del 58,22 %, un punto más que el registrado este domingo, según datos oficiales proporcionados por el Gobierno.
Las urnas españolas cerraron a las 20 hora local (18 GMT).
El Gobierno español, por su parte, prevé tener el resultado final sobre las 22.30 (20.30 GMT).
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Los españoles vuelven a las urnas seis meses después de la anterior convocatoria, el 20 de diciembre, de cuyo resultado salió un Parlamento fragmentado con la entrada de dos nuevos partidos, los liberales Ciudadanos y Podemos (izquierda), que se sumaron a los tradicionales Partido Popular (centroderecha) y los socialistas del PSOE.
La falta de acuerdo para una amplia mayoría de gobierno llevó a la disolución de las Cámaras y la convocatoria de nuevos comicios.
Los últimos sondeos, publicados el lunes pasado – último día legal para hacerlo – daban el triunfo al gobernante PP, que encabeza el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero muy lejos de obtener los 176 diputados que marcan la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.
La segunda posición sería para la coalición de partidos izquierdistas, Unidos Podemos, por delante de los socialistas del PSOE.
Según todos los pronósticos ningún partido alcanzará la mayoría para gobernar y, como ya pasó en los comicios de 2015, sería necesario alcanzar algún tipo de pacto.