Timelapse: así se instaló la gigantesca cúpula antirradiación en Chernobyl

Cuando el daño ya está hecho, sólo se puede apostar a contener los efectos a futuro. A la manera de una caja hermética, se espera que la nueva estructura detenga las emisiones que el sitio continúa expeliendo a 30 años de la tragedia nuclear

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Pasaron 30 años desde la madrugada del 26 de abril de 1986, en la que el reactor 4 de la central Vladimir Ilich Lenin explotó durante una prueba de seguridad. Desde entonces, el mundo se enteró de la existencia de Chernobyl. Para aislar el sitio accidentado, se construyó entones un sarcófago de hormigón y acero. Pero el temor a que colapse hizo necesario fabricar un reemplazo.

La nueva estructura está, con años de demora, en su última fase. El pasado 15 de noviembre, se inició el proceso con el que se trasladará el domo de 36.000 toneladas, elevado sobre rieles, hasta su ubicación final. A la manera de una caja hermética, se espera que contenga las radiaciones que el sitio sigue expeliendo y que cree un espacio donde finalmente desmantelar los componentes más peligrosos.

El daño ya está hecho. Fue el peor accidente nuclear de la historia. El estallido que se registró en un rincón de la ex Unión Soviética, a unos cien kilómetros al norte de Kiev, recorrió distancias mayores a las que, durante mucho tiempo, las autoridades quisieron reconocer. Además de Ucrania, donde la central se ubica, las repúblicas de Rusia y Bielorrusia fueron las más afectadas. Y ya que las corrientes aéreas no conocen fronteras, la nube radioactiva se hizo un camino hasta el occidente de Europa.

A continuación, un video realizado por el consorcio a cargo de la obra:

No se sabe con exactitud cuántas personas murieron. Fueron unas 30 las que fallecieron en las semanas que siguieron al accidente, y varios miles en los meses y años siguientes. Entre muchos informes, se destaca uno de 2005, divulgado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por su sigla en inglés) que ubicó en 4.000 el número de víctimas fatales. Mientras que Greenpeace, con base en la investigación de 50 científicos, contabilizó en 2006 los muertos en 200.000 en Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Al costo humano, se debe sumar también la contaminación de la fauna y la flora.

La cubierta, que empezó esta semana a recorrer su último tramo, nació de un concurso de ideas que lanzó Ucrania en 1992. Pasaron quince años hasta la firma en 2007 de un contrato con el consorcio Novarka -del ucraniano "nova arka" o del ruso "novaya arka", que significa "nuevo arco"- integrado por los franceses Vinci y Bouygues. El costo de la obra, que cuenta con aportes de la Unión Europea y la comunidad internacional, fue reevaluado varias veces hasta ascender a 2,1 mil millones de euros.

Un vista de lejos sobre el sarcófago que está en su última fase (AFP)
Un vista de lejos sobre el sarcófago que está en su última fase (AFP)
Le estructura fue construida sobre rieles, lo que permite el traslado hasta su ubicación final (AFP)
Le estructura fue construida sobre rieles, lo que permite el traslado hasta su ubicación final (AFP)

Con 108 metros de alto y 275 de largo, el domo podría albergar la estatua de la Libertad o la Catedral de Notre Dame de París. Su duración se estima en 100 años y fue pensado para resistir a temperaturas extremas, tornados y terremotos. Debajo quedarán atrapadas las 200 toneladas de material radioactivo del rector 4, el equivalente a entre 100 y 500 bombas como la de Hiroshima.

En la entrada de la central se erige la estatua de Prometeo, que antes tenía un lugar donde se alojaban los trabajadores, en la ciudad de Prípiat. En la mitología griega, Prometeo le dio a la humanidad el fuego, arrebatado a los dioses del Olimpo. El titán, por su gesto, pagó un alto precio: fue encadenado y sentenciado a un terrible castigo que habría de durar para siempre.

El domo reemplazará al que fue construido después del accidente y amenazaba con derrumbarse (AFP)
El domo reemplazará al que fue construido después del accidente y amenazaba con derrumbarse (AFP)
(AFP)
(AFP)

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