Una comisión internacional logró este viernes un acuerdo "histórico" para la creación de la mayor reserva marina del mundo para conservar las aguas prístinas de la Antártida, una resolución trascendental, tras años de negociaciones infructuosas por la oposición de Rusia.
El acuerdo forjado por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) en Hobart, Australia, logró finalmente la creación de una reserva gigante en la zona del mar de Ross, indicó el ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Murray McCully.
El mar de Ross, una inmensa bahía bajo jurisdicción neozelandesa, es conocido como “el último océano” por considerarse el último ecosistema marino intacto del planeta, sin contaminación, ni sobrepesca, ni especies invasoras
Más en general, toda la Antártida sigue siendo la última frontera, con territorios todavía casi vírgenes, y algunos de sus ecosistemas marinos siguen sin haber sido estudiados.
El océano Austral que baña las costas de la Antártida es además considerado un importante laboratorio para medir los efectos del cambio climático. El área alberga a más de 10.000 especies que se dan únicamente en los polos, incluyendo mamíferos como los pingüinos y las ballenas, pero también aves y peces y crustáceos, susceptibles de ser explotados comercialmente.
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El área protegida cubre más de 1,55 millones de kilómetros cuadrados, de los cuales, 1,12 millones son zonas de exclusión de pesca. La zona equivale a la suma del tamaño del Reino Unido, Francia y Alemania.
McCully explicó que el borrador requirió de algunos cambios para tener el apoyo unánime de los 25 miembros y que el acuerdo final conjuga la protección de la vida marina, la pesca sustentable y los intereses de los científicos.
“Las fronteras, sin embargo, permanecieron sin cambios”, indicó el canciller neozelandés
Esta comisión, creada en 1982 por una convención internacional, toma sus decisiones por consenso, lo que significa que para que una propuesta sea aceptada ningún miembro tiene que oponerse.
"Por primera vez, los países han apartado sus diferencias para proteger una gran área del océano austral y de aguas internacionales", celebró Mike Walker, director de proyecto de la organización Antarctic Ocean Alliance.
Rusia era el último país que se oponía a la reserva, por sus preocupaciones en torno a los derechos de pesca. El año pasado, China había expresado su apoyo al santuario natural.
"Cuando llegamos a Hobart (Australia) no sabíamos cuál iba a ser el resultado y era necesario que Rusia se apuntara", explicó a la AFP Evan Bloom, director de la delegación estadounidense.
"Tuvimos muchas conversaciones con ellos. El secretario de Estado John Kerry se contactó con el presidente ruso Putin y con el ministro de Relaciones Exteriores Lavrov, y creo que eso ayudó a convencer a Rusia", indicó Bloom.
Con información de AFP.
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