Un sismo de 7,1 grados causó devastación y muerte el martes en México, mientras al caer la noche continuaban los rescates en numerosos edificios colapsados, sobre todo en la capital, que justo hace 32 años fue devastada por otro poderoso terremoto.
El sismo ocurrió a las 13:14 locales (18:14 GMT). El epicentro se ubicó entre los estados de Puebla y Morelos, cerca de la capital.
El presidente Enrique Peña Nieto, que se encontraba fuera de la Ciudad de México, regresó a la capital para coordinar las labores de rescate.
"Se ven imágenes de derrumbes, de varios edificios colapsados (…). Tenemos una emergencia en la Ciudad de México", dijo el mandatario poco antes de aterrizar en un aeropuerto militar de la capital.
El aeropuerto internacional de Ciudad de México suspendió operaciones durante más de tres horas.
Peña Nieto realizó un recorrido por las zonas afectadas, visitó sobre todo una escuela que colapsó en la capital y donde se reportan numerosos niños desaparecidos, según imágenes de televisoras locales.
Según la alcaldía de la Ciudad de México, unos 50 edificios colapsaron en zonas del centro y sur de la capital, donde, cuando anocheció, muchas personas observaban desalentadas sus hogares severamente dañados.
"A mí se me abrió (el muro) de mi departamento, muchos (otros) están destruidos. Aguantó el (terremoto) del 85 y el de hace unos días", dice Guadalupe García, de 68 años, residente y administradora de un edificio cuya pared frontal se vino abajo y que se refugiará en la casa de sus padres.
Los barrios más afectados se encuentran sin energía eléctrica, interrumpida por las autoridades para evitar posibles explosiones, ya que se reportaban fugas de gas natural, que corre en tuberías subterráneas.
Cientos de rescatistas, más de 3.600 militares y numerosos civiles voluntarios retiraban escombros con sus manos en edificios colapsados, sobre todo viviendas.
"¡Silencio! ¡Parece que alguien grita!", se escuchaba de manera repetida en edificios colapsados. Los aplausos y las vivas irrumpían cuando conseguían sacar a un sobreviviente.
Las autoridades han dispuesto albergues para que pasen la noche familias que han perdido su casa o que poseen viviendas que registran severos daños estructurales, mientras que otras se preparaban para pernoctar en la calle o ir a casa de familiares.
Al colapsarse las comunicaciones vía telefónica desde el momento del sismo, la mensajería por Whatsapp se convirtió en la única forma de comunicación en el centro del país. Algunas personas que fueron rescatadas de los escombros consiguieron ser localizadas gracias a esa aplicación, de acuerdo con testimonios de rescatistas.
(Con información de AFP)
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