Casi dos millones de peregrinos se han dirigido este jueves al monte Arafat, al este de La Meca, para hacer el ritual considerado como el momento culminante del "hach" (peregrinación), en medio de fuertes medidas de seguridad y sin incidentes hasta el momento, informó la agencia oficial saudita SPA.
Los peregrinos, vestidos con ropas sencillas de color blanco sin costuras, hacen este jueves el ritual Wuquf (estar de pie), que consiste en reflexionar y hacer súplicas a Dios, desde la madrugada hasta la puesta del sol, en el monte donde la tradición musulmana relata que el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace catorce siglos.
Según las últimas cifras publicadas por la autoridad saudita para las Estadísticas, 1.970.226 musulmanes han acudido a las zonas sagradas para hacer el "hach", entre ellos 123.000 sauditas.
El miércoles, el vocero del Ministerio de Interior saudí, el coronel Mansur al Turki, dijo que al menos 100.000 miembros de los cuerpos de seguridad han sido desplegados para el "hach" con el fin de velar por la seguridad de los peregrinos.
El ayudante del comandante de las Fuerzas de la Seguridad de la Peregrinación, Jaled al Dabib, aseveró este jueves en una rueda de prensa que los peregrinos llegaron al monte de Arafat "sin ningún incidente".
Miles de peregrinos se agruparon en la mezquita de Namera, situada en el monte, para rezar y escuchar el sermón del jeque Abdelaziz al Shazri, miembro del Comité Saudita de los Ulemas (élite religiosa) y consultor del rey saudita, Salman bin Abdelaziz.
Al Shazri dijo en su prédica que "la peregrinación no es lugar para lemas sectarios, ni movimientos sectarios", y agregó que "el musulmán no agrede nunca a la gente en ninguna parte del mundo, no mata, y el islam condena los atentados y rechaza lo que hacen los grupos terroristas".
Además, pidió a los dirigentes de "la nación" seguir la ruta del Corán, el libro sagrado del islam, y gobernar según su texto.
Mientras los fieles se encuentran en Arafat, el Gobierno saudita aprovecha para cambiar la "Kisua", o tela que cubre la "Kaaba", el cubículo en la que se encuentra la piedra negra que los musulmanes consideran un pedazo del paraíso.
Visten la "Kaaba" de una tela de seda natural y teñida de negro y dorado, con un coste de 22 millones de riyales sauditas (unos 5.900 millones de dólares), un hábito que es retransmitido en directo en la televisión estatal.
Respecto a las medidas de seguridad, el comandante general de la Aviación saudí, el general Mohamed al Harbi, dijo que 16 aviones sobrevuelan el cielo de La Meca y los lugares donde se realizan los ritos sagrados, encargados de observar la seguridad y el movimiento de los fieles.
Indicó que los aviones están preparados para una evacuación médica y con personal especializado con el fin de trasladar los casos críticos a los hospitales.
Después de que la subida a Arafat se realizó con "éxito y sin incidentes", al Gobierno saudita le queda otro reto: la salida de los peregrinos, es decir, tras la puesta de sol tienen que abandonar el monte Arafat para dirigirse a la zona de Muzdalifa, donde pasarán la noche.
En Muzdalifa recogerán guijarros para lapidar tres columnas que simbolizan las tentaciones del diablo durante el tercer día de la peregrinación y se prepararán para el rezo del primer día del comienzo de la fiesta del Sacrificio (Aid al Adha), la principal festividad del islam.
Diecisiete trenes trasladarán a un total de 365.000 peregrinos este año para el siguiente rito, aunque este transporte está limitado a fieles oriundos de Arabia Saudita, de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Catar, Kuwait y Omán), de Afganistán, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, la India, Turquía y Estados Unidos.
Para los demás, habrá disponibles más de 17.000 autobuses que les trasladarán a Muzdalifa.
El Ministerio de Sanidad saudita reiteró que en la peregrinación de este año "no hay epidemias" y la Dirección de Sanidad de La Meca anunció que nueve peregrinas, de diferentes nacionalidades, dieron a luz en los últimos días.
Por otro lado, para moderar las altas temperaturas que se registran en Arabia Saudita, el Gobierno distribuyó pulverizadores de agua en los lugares comunes y desde hace años lleva plantando árboles para crear sombra y mitigar el calor.
En los tres días que siguen a la fiesta del Sacrificio, los peregrinos deberán cumplir la segunda fase de la lapidación del diablo en Mina y dar siete vueltas más como despedida a la "Kaaba".
La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam, junto a la "shahada" (profesión de fe), la limosna, la oración y el ayuno en el mes de Ramadán.
Con información de Suliman al Asad (EFE)