Cientos de islamistas sospechados de haber conformado las filas del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) están detenidos en una cárcel de Mosul, Irak, ciudad que hasta hace pocas semanas supieron controlar.
Reporteros de la agencia Associated Press pudieron ingresar a las celdas comunes en las cuales están alojados los yihadistas. Los detenidos están colocados uno al lado del otro, en una prisión cuya temperatura asciende a los 45 grados. Los fotógrafos pudieron capturar las celdas en las que están, sin ventilación, ni electricidad y vigilados las 24 horas por las fuerzas iraquíes. En cada una de ellas hay por lo menos 100 prisioneros, muchos de los cuales ya padecen enfermedades.
En total son 370 los detenidos acusados de formar las filas de ISIS en Mosul, la que fuera la "capital" del Califato. Sin embargo, ya pasaron por esas celdas unos 1.150, de los cuales 540 fueron enviados a Bagdad. "La mayoría no puede caminar. Sus piernas están hinchadas porque no pueden moverse. Están infectados con enfermedades, problemas de piel, porque no ven la luz del sol", indicó a AP uno de los oficiales a cargo de la custodia.
Los prisioneros que fueron entrevistados por los periodistas de la agencia de noticias norteamericanas señalaron que eran inocentes. "No encontrarán a ningún culpable entre esta gente. Estoy aquí desde hace ocho meses y nunca he visto el sol". Las autoridades iraquíes no han realizado ningún comentario.
El Estado Islámico declaró en Mosul el califato en el verano de 2014. Fue Abu Bakr al Baghdadi quien lo decretó, luego de que el grupo terrorista se hiciera conocido por sus atroces crímenes en Siria e Irak. A partir de entonces, Mosul fue calificada como la "capital" del proyecto sunita.
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