Las fuerzas iraquíes que recuperaron el control de la ciudad de Mosul de manos del Estado Islámico están comenzando a reorganizar la vida en esa ciudad del norte de Irak.
En el barrio de Hamam al Qalil, la policía abrió al público en su cuartel central una exposición de los vehículos que utilizaba ISIS para cometer atentados.
Se trata de automóviles todoterreno, los llamado en inglés SUV (Sport Utility Vehicle) o pickup, con su carrocería exterior remplazada por chapas de hierro a pruebas de bala, asemejándolos a robots o tanques artesanales sobre ruedas. Los modelos más usuales que se utilizan de base son los Toyota Hilux y Land Cruiser y los de la marca coreana Hyundai.
Está bajo investigación el modo en que los combatientes del ISIS han logrado proveerse de una enorme cantidad de vehículos de esas marcas asiáticas.
En el interior son quitados los asientos de pasajeros para acondicionar un espacio para los explosivos.
Los conductores suicidas parten en estos vehículos así acondicionados y pueden resistir el fuego enemigo hasta hacerse explotar cuando alcanzan un objetivo determinado.