El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, declaró este lunes que, tras la victoria en Mosul contra el grupo Estado Islámico, la prioridad será la "estabilidad y la reconstrucción", mientras el ejército trataba de eliminar el último foco de resistencia yihadista en la ciudad.
En un discurso en Mosul, segunda ciudad del país, Al Abadi destacó una victoria "sobre la brutalidad y el terrorismo" del grupo terrorista y señaló que, a partir de ahora, la prioridad para el gobierno será la "estabilidad y la reconstrucción" del país.
Se trata del mayor éxito de Bagdad, apoyado por la coalición liderada por Estados Unidos, desde que el grupo extremista sunita tomó en 2014 regiones importantes del territorio iraquí.
La victoria de Mosul corona la ofensiva iniciada en octubre. Este avance tuvo sin embargo un enorme costo en vidas humanas, forzó al éxodo a casi un millón de personas y provocó destrucciones colosales, en particular en la Ciudad vieja.
Casi un millón de civiles huyeron de la ciudad desde el comienzo de la ofensiva y 700.000 continúan desplazados, según la ONU.
Los que permanecieron atrapados en la ciudad vivieron en condiciones "terribles", con penurias y bombardeos, a veces utilizados como "escudos humanos" por el EI, según la ONU.
Las fotos muestran la amplitud de los daños en la Ciudad vieja. "Es probable que miles de personas sigan desplazadas durante varios meses", dijo la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en un comunicado este lunes.
"Muchos ya no tienen vivienda y los servicios básicos como el agua y la electricidad, así como infraestructuras como las escuelas y los hospitales, necesitan ser reconstruidos o reparados", explicó la ACNUR.
Veintiocho organizaciones humanitarias presentes en Irak, como Oxfam o Save the Children, publicaron un comunicado en el que piden a las autoridades que no obliguen a los desplazados a regresar a sus hogares y exhorta a la comunidad internacional a que apoye la reconstrucción.
Mosul tiene una importante dimensión simbólica para el Estado Islámico, ya que su jefe, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó allí en julio de 2014 su "califato", en su única aparición pública.
La suerte de Al Bagdadi es incierta. Rusia afirmó en junio que probablemente lo había abatido en un ataque en Siria, pero nadie confirmó su muerte.
Varios países miembros de la coalición internacional antiyihadista, entre ellos Francia y Estados Unidos, felicitaron a Bagdad por el éxito en su guerra contra el Estado Islámico.
Teherán, que respalda a algunas milicias chiitas iraquíes que combaten al EI, también felicitó a Bagdad por esta victoria y propuso su ayuda para la reconstrucción.
Fotos: AFP,y AP