Un gigantesco incendio forestal iniciado el sábado causó al menos 61 muertos y 59 heridos en la región de Leiria, en el centro de Portugal, según un nuevo balance anunciado este domingo por la mañana por el secretario de Estado de Interior, João Gomes.
Muchas de las víctimas fueron alcanzadas por el fuego cuando circulaban en coche por una carretera cercana.
De los 57 heridos, seis de ellos se encuentran en grave estado, de acuerdo con los datos ofrecidos por Gomes, aún provisionales, sobre la mayor tragedia de estas características que se ha vivido en el país en los últimos años.
"Es difícil decir si huían de las llamas o se vieron sorprendidas por el fuego", declaró Gomes en Pedrogao Grande, el municipio donde el sábado se declaró el incendio, poco antes de las 15:00 hora local (14:00 GMT).
A pesar de que el último informe había arrojado que los fallecidos eran 62, las autoridades se retractaron luego alegando que habían duplicado un conteo, por lo que el número oficial bajó a 61, aunque se espera que aumente con el paso del tiempo.
Cerca de 500 bomberos y 160 vehículos seguían movilizados durante la noche para intentar controlar el fuego.
Según el secretario de Estado, las llamas se propagaron “con mucha violencia” y “de manera inexplicable”, avanzando en cuatro frentes.
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