Los retratos autorizados por el régimen de Kim Jong-un en Corea del Norte
Las imágenes fueron tomadas por Ed Jones, de la agencia AFP. Los retratados son trabajadores en lugares permitidos para prensa y turistas
31 Mar, 2017 05:01 a.m.Actualizado: 31 Mar, 2017 12:27 p.m. EST
Guardar
En medio de los férreos controles que realiza la dictadura norcoreana a la población y los visitantes, otorga ciertos permisos para que la prensa pueda captar imágenes de la vida en el país. Aunque poco queda de espontáneo en unas escenas autorizadas por el régimen con un fuerte filtro.
Kim Su-Min, de 11 años, antes de depositar flores en las estatuas de los últimos líderes norcoreanos Kim Il-Sung y Kim Jong-Il en la colina Mansudae en Pyongyang. Kim Su-Min asistía al aniversario del nacimiento del anterior líder norcoreano Kim Jong-il, un día festivo conocido como el ‘Día de la Estrella Brillante’
La instructora de tiro Kim Su-Ryon en el Meari Shooting Range en Pyongyang. Kim está sosteniendo una pistola Paektusan, regalo del anterior lider Kim Il-Sung. Los visitantes pueden pagar 10 dólares por disparar diez rondas.
Ri Yong-Hwa en un aula de la fábrica de seda Kim Jong-Suk en Pyongyang. Estos talleres emplean a 1.600 personas y llevan el nombre de la abuela del actual líder norcoreano Kim Jong-Un
Ri Jong-Sun, una trabajadora de la fábrica de seda Kim Jong-Suk en Pyongyang. Este lugar es una parada habitual en los itinerarios de periodistas extranjeros y turistas
Los patinadores Nam Yong-Myong (izquierda) y Choe Min posan para un retrato en Pyongyang. Los deportistas participaban en el festival internacional de patinaje artístico Paektusan Prize
Kim Chol-Nam en la recepción de alquiler de equipos de esquí, donde trabaja en Masikryong, estación de esquí cerca de Wonsan.
Pak Han-Song posa en una ladera para principiantes en la estación de esquí Masikryong, cerca de Wonsan. La estación fue inaugurada en 2013. Una lista de precios en la taquilla anuncia un costo de 80 dólares para un pase de un día y alquiler de esquí para turistas extranjeros, mientras que los norcoreanos pueden pagar unos 40 dólares.
Kim Sun-Ok, de 27 años, en la fábrica de seda Kim Jong-Suk en Pyongyang
Ri Jong-Sun, una trabajadora de la fábrica de seda Kim Jong-Suk en Pyongyang. Este lugar es una parada habitual en los itinerarios de periodistas extranjeros y turistas