Inmigrantes en todo Estados Unidos se quedaron en sus casas este jueves en lugar de ir a la escuela o a trabajar, con el objetivo de demostrar su importancia para la forma de vida y la economía estadounidense. Además, muchos de los negocios cerraron sus puertas en un acto de solidaridad durante la protesta nacional denominada "Un Día sin Inmigrantes".
El boicot se realizó para expresar oposición a los esfuerzos del presidente Donald Trump para acotar la inmigración, sea legal o no. Las actividades de la convocatoria también incluyeron marchas en varias ciudades.