Habrá conferencias, debates, conciertos, proyección de películas; como todos los años, en el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, designado por la fecha en que se liberó el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, donde murió más de la sexta parte de las víctimas del genocidio nazi, en distintos lugares del mundo se hablará de la importancia de no olvidar la Shoah y combatir el antisemitismo y otras formas de discriminación.
Pero este año habrá también otra cosa: una muestra conmovedora de objetos personales de las víctimas que se hallaron en excavaciones y se hicieron públicos en 2016. Se trata de una selección de 16.000 pertenencias de las personas que fueron sacadas de sus casas con la mentira de una reubicación, y que sin saber que iban a la muerte llevaron sus llaves, sus botellas de medicinas, sus calendarios, sus perfumes, sus sellos de sobres, sus tazas de té, sus relojes, sus cartas de amor, sus cepillos de pelo, sus joyas, sus abrigos de los que sólo han quedado los botones.
Este venero de objetos personales fue descubierto originalmente hace 50 años durante excavaciones alrededor del Crematorio III y la cámara de gas. Por primera vez se mostrará en el lugar de los hechos, convertido en museo, y en el Memorial y Museo de Auschwitz-Birkenau en la sede de la UNESCO en París, para la conmemoración de los 72 años de la llegada de los aliados a esa fábrica de horror.
"Estos ítems son documentos extraordinarios del exterminio que los alemanes llevaron adelante en el campo", dijo Alicja Wojcik, directora de muestras de la institución, al diario Jerusalem Post. "Sobre todo son un testimonio personal y conmovedor de las víctimas. En la mayoría de los casos, fueron las últimas pertenencia personales que conservaron los judíos que eran seleccionados e inmediatamente enviados a la muerte en la cámara de gas".
Pocos de los 16.000 objetos desenterrados en 1967 —algunos de los cuales se ven en el documental Arqueología, de Andrzej Brzozowski— fueron exhibidos en museos. En su mayoría, y por razones que se desconocen, se conservaron fuera del memorial, en 48 cajas archivadas en edificios de la Academia Polaca de Ciencias. Las piezas, envueltas individualmente, se identificaron con información de su lugar de descubrimiento.
"Los judíos que se empujaron a las cámaras de gas trataron de retener, hasta el último momento de sus vidas, fragmentos y piezas de sus seres queridos y su familia cercana, incluidas cosas necesarias para la vida cotidiana", dijo un comunicado del Memorial. "En la muestra se pueden ver estas huellas inusuales y simbólicas de las víctimas".
Cuando se anunció el hallazgo de los objetos, en junio de 2016, el vocero del museo de Auschwitz, Pawel Sawicki, dijo a The Daily Mail: "Casi no hay información personal sobre los objetos; sin embargo, el hecho de que fueran hallados cerca de las ruinas de la cámara de gas y el crematorio indican que pertenecieron a los judíos allí asesinados por los alemanes nazis".
Algunos tienen inscripciones en húngaro; otros en polaco y otros en hebreo. "El objetos hallados fueron, con toda probabilidad, cosas que las personas tenían en sus bolsillos cuando ingresaron a la habitación donde se desvestían para pasar a la cámara de gas", agregó. El primer grupo de prisioneros fue asesinado en 1941, a menos de un año de la instalación de Auschwitz.