El Estado Islámico sigue agotando todos los métodos de resistencia frente al avance de las tropas iraquíes en Mosul. Luego de un asalto en una vivienda de la ciudad de Bashiqa, el Ejército descubrió en la propiedad una salida que conducía a un túnel subterráneo. Los terroristas construyeron numerosos escapes en toda la extensión de la urbe para poder escapar del asedio de las fuerzas locales.
"La resistencia más feroz venía de aquí", comentó el caporal Hawkar Weis, señalando la casa de dos niveles, situada al este de Bashiqa, ahora bajo control de las tropas kurdas.
"Cuando entramos, no había nadie, (…) los combatientes de ISIS utilizaban túneles para desplazarse entre esta casa y otros barrios", detalló.
Los peshmergas arrebataron esta semana el poder de la ciudad de Bashiqa al Estado Islámico tras violentos enfrentamientos urbanos y ataques aéreos que destruyeron numerosas casas y tiendas.
Este avance permitió controlar la periferia este de Mosul, bastión iraquí del grupo yihadista, tres semanas después del inicio de la ofensiva, lanzada por las fuerzas locales para reconquistar la segunda ciudad del país.
Sin embargo, las fuerzas iraquíes, con el apoyo de los kurdos y la coalición internacional, continúan luchando para "eliminar" a los últimos terroristas que permanecen atrincherados en la ciudad, y que se vienen desplazando a través de la red de túneles que construyeron.
Para no abandonar sus últimas posiciones, los miembros de ISIS utilizaron estas vías subterráneas para transportar a combatientes y a kamikazes.
La casa asaltada por las tropas iraquíes era el centro neurálgico de la red. Al acceder a ella, el caporal Weis y dos otras peshmergas explican que avanzaban por los pasillos con mucha precaución para evitar ser atacados por yihadistas escondidos.
Así fueron construidos los túneles
Al llegar a una habitación rectangular, con mantas en las ventanas que oscurecen el cuarto, los soldados descubrieron un enorme agujero de varios metros de profundidad.
Un pequeño motor colgado por encima del agujero servía para alimentar un mecanismo que subía a la superficie los cubos llenos de tierra que se extraían al excavar el túnel.
Los terroristas nunca sacaban la tierra al exterior para evitar ser detectados por los aviones de la coalición.
"Escondían la tierra de los túneles en las otras habitaciones de la casa", explicó Weis. Éstas se encuentran llenas de montículos de tierra, junto a carretillas y palas.
Los yihadistas incluso dibujaron un mapa en la entrada del túnel para identificar los otros accesos en Bashiqa, unos diez, precisando las distancias entre algunas habitaciones, casas y calles.
Los peshmergas tienen que esperar que los combatientes del ISIS salgan del sótano.
"Los yihadistas se protegen de los bombardeos de la coalición escondiéndose en los túneles", manifestó a la agencia AFP el general peshmerga Iskandar Hajji.
"Tenemos un problema con estos túneles: no podemos hacer nada, sólo esperar a que (los yihadistas) salgan para poder combatirlos", advirtió.
El martes, un oficial superior murió cuando un trío de kamikazes salió de un túnel en el este de la ciudad.
En la casa, un soldado exploró uno de los túneles. Disparó unas ráfagas y esperó a ver si había respuesta. Después, ingresó en el pasadizo subterráneo. Pocos metros después, optó por dar marcha atrás: "Todavía no sabemos seguro qué hay ahí dentro, es mejor quedarse en la superficie".