Anabel Ferreira fue una de las figuras de la televisión más particulares desde finales de los años 80. Muchos la reconocían no sólo por su belleza y su esbelta figura, sino además por su enorme talento para la comedia.
Esta habilidad fue lo que logró que pudiera hacer su propio programa humorístico: ¡Anabel! Primero en su tipo por tener a una mujer a cargo de la conducción en un ámbito mayoritariamente dominado por hombres. Además de ello, esta producción destacó por ser el sitio donde comenzarían las carreras de Mario Bezares y Eugenio Derbez.
Desde 1988 ¡Anabel! fue uno de los programas más vistos en Televisa. Sin embargo, a pesar de su enorme recibimiento y de que era una de las transmisiones favoritas del público infantil (uno de los más difíciles de conquistar), Anabel Ferreira y compañía dejaron un hueco en la pantalla chica repentinamente en 1996.
En su momento la conductora y actriz no fue muy abierta sobre sus motivos para cancelar ¡Anabel! Incluso sus compañeros de foro tampoco estaban al tanto de este cierre. No obstante, habían algunos rumores circulando detrás del escenario y la gente de la televisora.
Y es que Anabel parecía haber enfermado. Si bien algunos no supieron exactamente de qué, aquellos que trabajan de cerca con la comediante tenían sus sospechas. Ya durante semanas anteriores notaban un problema en ella a la hora de gesticular o de hablar. Un ojo se le iba de lado, se le movía la quijada, parecía que se le paralizaba la boca.
Con el tiempo, estos síntomas vistos por terceros verificaron un padecimiento que aquejaría a Anabel por más de tres años. Luego de ir con especialistas, le diagnosticaron neuralgia atípica de trigémino; este trastorno afecta los nervios de la cara, principalmente la mandíbula o una de las partes medias de la misma.
Debido al intenso dolor que sufría, las dificultades para hablar y la depresión que derivó a raíz de esta neuralgia, Anabel tuvo que darle prioridad a su salud y despedirse de su espacio de comedia. Luego de ello pasaría los siguientes años entre tratamientos que probaron ser fallidos hasta que tuvo que recurrir a métodos más invasivos y arriesgados.
Tuvo la fortuna de que pudo salir adelante y superar su enfermedad. Sin embargo, una vez que su salud física mejoró e intento rehacer su vida, las secuelas de su padecimiento ya habían cobrado factura: se divorció de un empresario estadounidense con quien estuvo casada por 7 años y, cuando trató de volver a Televisa, ya no la recibieron con tanto entusiasmo como en el pasado.
Anabel lo ha explicado por el cambio de presidencia que hubo en ese entonces. Quien le había dado todo su apoyo había sido Emilio Azcárraga Milmo; luego este murió y llegó al poder su hijo, Emilio Azcárraga Jean. Esto al parecer significó una ruptura en la relación laboral entre Anabel y Televisa.
Con falta de trabajo en la televisora donde antes fue acogida, tuvo que pasar algo de tiempo antes de que pudiera tener otra oportunidad en Tv Azteca. Fue así que tuvo su propio talk show llamado Buenas noches con Anabel Ferreira. Sin embargo, debido a un mal manejo de guion, dirección y conducción, este proyecto resultó ser un fracaso y, al poco tiempo, la actriz fue reemplazada.
En Historias Engarzadas, la actriz llegó a explicar que, luego de los problemas con su último programa, trató de hacer varias cosas. Entre ellas, comenzó a trabajar en bienes raíces, un ámbito en el que reconoció que le iba bien. Aun así, Anabel no desistió en sus deseos por volver a la televisión, ya que sabía que tenía el talento necesario.
Luego de ello pasarían muchos años antes de volver a escuchar el nombre de Anabel relacionado con el medio artístico. Logró volver a la actuación de telenovelas, de tal modo que actuó en melodramas como la versión de 2010 de Soy tu dueña. Al mismo tiempo, pudo participar en algunas series de Netflix como Tijuana y La casa de las flores.
También ha incursionado en teatro, teniendo una actividad continua en este medio. Apenas en 2020 estaba en plena promoción de su puesta en escena, La importancia de llamarse Ernesto, obra de Oscar Wilde.
A pesar de que se ha mantenido muy activa en el ámbito laboral, también ha sumado unos cuantos eventos trágicos a su vida. También en 2020, en entrevista para En sus batallas, Anabel confesó que en 2017 perdió al amor de su vida luego de que este muriera en un accidente.
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