Hollywood está de luto. El reconocido actor, director y dramaturgo estadounidense Sam Shepard falleció este lunes a los 73 años en su residencia de Kentucky.
Un vocero de la familia del artista dio a conocer que falleció a causa de la ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad degenerativa neuromuscular.
El intérprete fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto por Elegidos para la gloria, en 1983, y escribió más de cuarenta obras de teatro, además de relatos, memorias y ensayos. En 1979 obtuvo el Pulitzer por su obra dramática Buried Child.
Nacido en Illinois, sus trabajos fueron nominados en dos ocasiones más para este galardón, siempre en la categoría Mejor drama: en 1983, por True West, y al año siguiente, por Locos de amor, que Shepard llevó luego al cine, encargándose del guion y del papel principal, en un filme dirigido por Robert Altman.
Estaba considerado por muchos como el dramaturgo vivo más destacado de los Estados Unidos. Fue uno de los artistas más influyentes del teatro off en Broadway.
Shepard tuvo una amplia y celebrada carrera tanto en el cine como en las tablas. Protagonizó películas como El informe Pelicano, El enemigo está dentro, Blackthorn, Mud, Agost, Diario de una pasión o Frío en julio, entre otras.
Uno de sus últimos trabajos fue Bloodline, una exitosa serie de Netflix.
Tenía tres hijos, fruto de dos matrimonios, el último de ellos con la actriz Jessica Lange, con quien mantuvo una relación de 30 años. Se separaron en 2009.
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