La muerte de Carrie Fisher podría suponer para Disney una ganancia de USD 50 millones. En caso de que se concrete el cobro de esta póliza, sería uno de los mayores pagos de seguros en la historia de la industria.
Disney, que compró Lucasfilm en 2012, había firmado una póliza de seguros con la compañía Lloyd's of London por la que recibiría esa cifra si la actriz no cumplía el contrato por el que debía aparecer en la nueva trilogía de Star Wars, los episodios VII, VIII y IX, de acuerdo con la información que fue ofrecida por la revista de seguros Insurance Insider.
Fisher, la legendaria princesa Leia de Star Wars, fallecida la semana pasada de un infarto, había aparecido en Episodio VII: El despertar de la Fuerza, estrenada en 2015, y dejó rodadas todas sus escenas de la próxima entrega, el Episodio VIII, cuyo lanzamiento está previsto el próximo diciembre.
Sin embargo, su fallecimiento ha imposibilitado su aparición en el Episodio IX, la tercera película que se había comprometido a rodar.
Aún no está claro cómo Disney responderá a la muerte de Fisher, que iba a tener un papel importante en el Episodio IX. Se estima que podrían resucitarla mediante efectos visuales, como ya lo hicieron en Rogue One: Una historia de Star Wars, que fue entrenada en diciembre pasado.
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