Todos los actores sueñan con ser reconocidos con un Oscar. Pero para Anne Hathaway no fue así. En declaraciones a The Guardian, la actriz confesó que fingió felicidad cuando subió a recoger la estatuilla como mejor actriz de reparto por su papel en Los Miserables en 2013.
"Me sentí muy incómoda. Perdí un poco la cabeza haciendo esa película, y no la había recuperado todavía. Me tuve que poner frente a mucha gente y sentir algo que no sentía, felicidad sin complicaciones. Es algo obvio, ganas un Oscar y se supone que tienes que estar feliz, yo no me sentía de esa manera", confesó la actriz en una entrevista al tabloide inglés.
Traté de fingir que yo era feliz
Por su distante discurso al recibir el Oscar, Hathaway fue tildada de fría por la prensa: "Intenté simular que era feliz. Esa es la verdad y lo que pasó", explicó la actriz de 33 años. "Me sentí mal por estar parada ahí con un vestido que cuesta más dinero de lo que mucha gente verá en toda su vida, y por ganar un premio al representar dolor que todavía es parte de nuestra experiencia colectiva como seres humanos", finalizó la estrella.
Esa noche también recibió muchas críticas por el vestido de color rosa de Prada que lució para la velada. Fue elegida como una de las peor vestidas.
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