Las autoridades regulatorias francesas lanzaron una investigación sobre un conductor televisivo francés luego de que éste besara sorpresivamente el seno de una invitada a un programa emitido en vivo. Jean-Michel Maire lo hizo pese a la negativa que la actriz Soraya Riffy la había hecho explícita.
Maire le preguntó a Riffy si podía besarla, a lo que la artista se negó rotundamente. Sin embargo, haciendo caso omiso de la petición de la mujer, el conductor del programa TPMP (Touche pas á mon poste!) desvió su intención hacia el pecho de la mujer, quien se mostró incómoda con la decisión de Maire.
Para peor, ninguno de los presentes -colegas, público e invitados- condenó el accionar del hombre, quien continuó alegremente con su programa. Ahora, luego de 250 quejas y denuncias recibidas, el Consejo Superior Audiovisual (CSA, por sus siglas en francés) investiga el caso como "ataque sexual".
El condenable incidente se produjo cuando en el programa intentaban hacer una parodia del robo a Kim Kardashian, ocurrido en París hace algo más de 10 días. Durante el sketch, Riffy interpretaba a la modelo y celebridad estadounidense. Maire supuestamente debía rescatarla. Terminó humillándola.
Cyril Hanouna, otro de los conductores, le preguntó a la actriz si le daría a Maire un beso de agradecimiento por haberla "rescatado". Soraya se niega explícitamente, pero al conductor parece no importarle e impone su voluntad de manera brutal. Todos festejan, menos la mujer, quien se sintió atacada en su intimidad.
De acuerdo con las leyes francesas, el presentador podría recibir una severa condena de ser encontrado culpable. Un ataque sexual tiene una pena de hasta cinco años de prisión y una multa de 85 mil dólares.