La modelo y actriz Kim Kardashian sufrió el mayor impacto de su vida mediática en la madrugada del lunes, cuando en su cuarto de hotel padeció un inesperado asalto a mano armada en el cual se llevaron un tesoro de joyas valuado en 10 millones de dólares.
Pero seguramente lo que más lamentó la celebridad fue el anillo de compromiso que su marido, el cantante Kanye West le regaló el último mes. Era la segunda sortija que el rapero obsequiaba a su esposa, quien no se detenía de mostrar la joya de 15 quilates en su mano durante todo momento.
Valuado en 4.500.000 dólares, el anillo Lorraine Schwartz Diamonds & Fine Jewelry fue robado junto a otros elementos de valor por los ladrones en el exclusivo hotel parisino L'hôtel de Pourtalès. Kim mostraba el particular objeto de deseo en todos los eventos que concurría desde el momento en que West se lo entregó. Incluso, dos horas antes de la irrupción de los delincuentes en su habitación, la actriz y modelo lo había mostrado durante una aparición que tuvo en su perfil de Snapchat.
Si bien el robo del anillo aún no fue confirmado de manera oficial, el diario inglés DailyMail da por sentado que semejante diamante también fue uno de los objetivos de los ladrones. Horas después del asalto, Kim Kardashian y todo su equipo -incluido su marido West– decidieron abandonar París y regresar a los Estados Unidos.
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