Durante uno de sus últimos conciertos en la ciudad de St. Louis, Misuri, la esposa de Jay-Z detuvo la presentación de su icónica canción "Single Ladies" para que uno de los integrantes de su equipo ingresara al escenario.
Beyoncé cedió el micrófono a John Silver, coreógrafo y director creativo de Formation World Tour, para que pidiera la mano de Ashley Everett, quien es una de las bailarinas de la ganadora del Grammy.
Silver le declaró su amor a una desconcertada novia y luego se arrodilló para pedirle matrimonio. La bailarina no lo dudó y respondió con un "sí".
Beyoncé retomó el tema y la novia lució su anillo de compromiso mientras hacía el típico paso del videoclip del pegadizo "Singles Ladies", que tiene hoy más de 500 millones de reproducciones de YouTube.
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