Irina Shayk es la protagonista de la portada de la edición italiana de la revista GQ. Con un cuerpo envidiable y una sensualidad innegable, la modelo deja en claro por qué es hoy una de las mujeres más deseadas.
En las fotografías en blanco y negro, la novia del actor Bradley Cooper exhibe todo su erotismo. Estuvo bajo las órdenes del fotógrafo Mario Sorrenti, quien logró capturar la belleza natural que la caracteriza.
La producción fotográfica está acompañada de una extensa entrevista realizada por Riccardo Tisci, el director creativo de la marca Givenchy.
"Es una chica enérgica que pone el alma en todo lo que hace", así la describe Tisci al inicio del artículo, en el que además destaca su profesionalismo: "Es la primera en llegar al set y la última en salir".
Irina también recordó su infancia con sus padres y su hermana en la pequeña ciudad de Yemanzhelinsk. "Tengo sólo buenos recuerdos" , afirmó.
Además, contó que no soñaba con modelar y que de niña odiaba los vestidos de color rosa y flores que le hacía poner su madre. Asistió a una escuela de música y a los 19 años descubrió su pasión por las pasarelas de casualidad. Su vida cambió cuando acompañó a su hermana Tatiana a un casting de una agencia de modelos y su belleza no pasó desapercibida.
Entre 2010 y 2014 mantuvo una relación amorosa con el delantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo. Desde principios de 2015 mantiene un intenso romance con el nominado al Oscar Bradley Cooper, de 41 años.