El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presidió el Consejo de Seguridad de la ONU decidido a buscar aliados para aislar a Irán, aún a riesgo de exponer su propio aislamiento.
Martillo en mano, y cuando a instancias de la ONU se celebra el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, Trump encabeza el órgano supremo de las Naciones Unidas sobre amenazas a la seguridad, con la agenda puesta en la no proliferación nuclear.
La aparición de Trump en la formal sala del Consejo de Seguridad, del cual Estados Unidos detenta este mes la presidencia, podría arrojar algunas sorpresas dada su tendencia a salirse del protocolo y saltearse procedimientos.
En sus primeras afirmaciones, denunció una "masacre" en Siria y responsabilizó de ello a Irán y Rusia. Además, reiteró varios argumentos pronunciados durante su discurso del martes ante la Asamblea General, al acusar a Irán de ser el principal auspiciador mundial del terrorismo, por lo que subrayó la importancia de evitar que el régimen persa logre desarrollar armas nucleares.
Además, anunció que su gobierno tiene preparadas sanciones "más duras que nunca antes" para presionar a Teherán.
La reunión del Consejo de Seguridad el miércoles también dejará en evidencia una disputa entre Estados Unidos y sus aliados europeos sobre el acuerdo nuclear iraní, que Trump abandonó en mayo después de rechazarlo varias veces por considerarlo nefasto.
Washington anunció la reimposición de las sanciones levantadas bajo el histórico pacto de 2015, diseñado para frenar el programa nuclear de Irán, y prometió castigar a las firmas extranjeras que hacen negocios con Irán.
En ese sentido, el presidente francés, Emmanuel Macron, habló luego de la presentación de Trump y se mostró crítico con su postura. Aunque remarcó la importancia de evitar el armamento nuclear, aseguró que el problema iraní no puede resolverse por "una política de sanciones y contenciones".
El lunes en la ONU, los otros cinco firmantes del pacto (Francia, Reino Unido, Alemania, China y Rusia) acordaron instaurar un mecanismo de pago para poder seguir haciendo negocios con Irán pese a las sanciones estadounidenses.
Estados Unidos había dicho inicialmente que la reunión presidida por Trump se centraría en Irán, pero luego amplió el debate bajo el tema de la no proliferación nuclear y las armas de destrucción masiva.
Esto abre la puerta a comentar el uso de armas químicas en Siria, los intentos por desnuclearizar a Corea del Norte y el ataque con agentes neurotóxicos en la localidad británica de Salisbury, todos temas donde Estados Unidos y sus socios europeos pueden mostrar un frente común.
La práctica habitual de estas reuniones es que quien las preside hable al final. Pero en este caso Trump será el primero en dirigirse a los presentes, seguido por otros jefes de estado.
Uno de éstos será el presidente de Bolivia, Evo Morales, miembro no permanente del Consejo de Seguridad, crítico de la política exterior de Estados Unidos y firme defensor de Venezuela.
Irán no ha solicitado la palabra en la reunión, confirmaron diplomáticos el martes, aunque Rohani sostendrá una conferencia de prensa poco después de que termine la sesión del Consejo.
(Con información de AFP)
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