El caso conmovió a Knoxville, Texas. Es que nadie imaginaría -ni su esposo, ni sus padres- que Kelsey McCarter, de 27 años, reconocería que había violado a un menor de 16 años. Pero el adolescente no era cualquiera: pertenecía al equipo de fútbol americano que dirigía su marido.
McCarter se declaró ayer culpable de siete cargos, incluyendo seis de abuso infantil. La joven mujer aceptó una condena reducida de tres años de prisión y, por colaborar con la Justicia, podría salir al cumplir una tercera parte de la condena.
Los encuentros sexuales con el menor ocurrieron en 2015, cuando el adolescente fue invitado a vivir con la pareja. El hecho ocurrió por la mala conducta que tenía el estudiante, y el entrenador Justin McCarter pensó que sería una buena idea tenerlo en su vivienda para ayudarlo.
Lejos de eso, Kelsey mantuvo encuentros sexuales con el joven en su propio hogar y a espaldas de su marido, quien luego de que el hecho saliera a la luz, debió renunciar a la secundaria donde era entrenador del equipo South-Doyle High de fútbol americano.
Su abogado —quien acompañó durante las audiencias a la familia McCarter— informó que la sentencia acordada será anunciada el próximo lunes. De no haber aceptado la oferta de la Corte Criminal del Condado de Knox, la mujer podría haber sido sentenciada a 38 años de prisión.
"Cometió un error. Ahora mira al futuro. Ella es joven y como ustedes vieron, su familia está aquí apoyándola. Su marido es otra fuente de fuerte apoyo. Está arrepentida de lo ocurrido. Es duro y continuará siéndolo", indicó Doug Trant al diario Knoxville News Sentinel.
La mujer y la víctima tuvieron sexo muchas veces entre febrero y diciembre de 2015. Mientras el menor regresaba a su hogar, McCarter le enviaba videos hot. Finalmente, la madre del joven supo sobre la historia y decidió denunciar a la mujer por violación.
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