Lluvias, vientos, algunas inundaciones, tornados y marejadas ciclónicas, Miami empieza a dejar atrás algunos de los efectos de Irma. Otros, no, hay casi 6 millones de hogares, negocios y oficinas públicas sin electricidad en Florida, la mayoría en Miami Dade. Pero hoy, finalmente, salió el sol.
Y Miami, que se preparaba para un impacto directo antes de que Irma virara de rumbo y apuntara al oeste, empieza a evaluar los daños.
En los refugios de la ciudad, que sufrió este domingo inundaciones y caída de grúas y de tejados y otros elementos arquitectónicos, se espera para hoy el permiso de las autoridades para abandonarlos.
Es que millones de personas se han desplazado a partir del miércoles pasado desde sus lugares de residencia por voluntad propia o por los 6,3 millones de órdenes forzosas de evacuación dictadas por el gobernador de Florida, Rick Scott.
Como en la mayoría de las ciudades grandes del sur de Florida, rige un toque de queda nocturno tanto para evitar que la gente se ponga en peligro saliendo al exterior como por los saqueos, delito por el que se han producido una decena de detenciones.
De acuerdo con la página web de la Oficina de Gestión de Desastres de Florida, que publica una lista actualizada de aeropuertos que permanecen cerrados a causa de Irma, los más importantes, como los de Miami, Fort Lauderdale-Hollywood y Orlando, están totalmente cerrados o sin actividades comerciales. Algunos siguen abiertos solo para operaciones de emergencia.
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