"Creo que el peor escenario sería que el huracán baje, se mueva al oeste y gire al otro lado del estado", dijo el viernes el asesor del Departamento de Seguridad Nacional, Tom Bossert, en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Y este sábado se supo que eso es exactamente lo que está ocurriendo: Irma cambió su curso y agarró desprevenido a una población que creía que estaba fuera de peligro.
Al comienzo se pensó que los lugares de mayor riesgo sería el este de Florida, con Miami, por su concentración de habitantes, como uno de los lugares más vulnerables. La mayor parte de los esfuerzos de las autoridades estaban enfocados en evacuar personas en esas zonas.
Sin embargo, surgió lo inesperado. Las predicciones meteorológicas empezaron a mostrar que el este cada vez estaba fuera del poder destructor de Irma y que ahora, el huracán que dejó decenas de muertos y devastación en el Caribe, apuntaba hacia las ciudades de Tampa, Naples y Fort Myers.
A penas se conocieron los nuevos datos, el sábado a la tarde el gobernador de Florida, Rick Scott, urgió a todos residentes en las zonas en riesgo de la costa oeste a evacuar
"Si están en el Condado de Collier o en el Condado de Lee, y saben que va a haber inundaciones de más de 4 metros, les suplico, por sus vidas, les suplico, que vayan a refugio", dijo Scott.
El vocero del Condado Collier, que incluye a la ciudad de Naples, aseguró que todos los refugios se encuentran casi al tope, si ya no al tope de su capacidad.
Serían unos 25 refugios en los se encuentran unas 15 mil personas.
Erin Connors, residente en Fort Myers, dijo al medio Buzzfeed que dejará su casa "lo más pronto posible". Y aseguró que cuando supo que el huracán había cambiado de curso le dio un ataque de pánico.
Otras personas, como Francis Ryan, una jubilado de 69 años que vive en Naples, dijo que esperará a Irma en su condominio.
"Si va a golpear, va golpear aquí", dijo luego de enterarse del cambio de curso de Irma. Además, dijo que ya es muy tarde para evacuar y debió haberlo hecho hace una semana.
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