Eludió varios controles y finalmente estuvo en el interior de la escultura. Pero esa obra estaba incendiándose, como parte de la expresión artística. El festival lleva el nombre de The Burning Man (El hombre ardiente o El hombre en llamas). Y por algún motivo que por ahora se desconoce Aaron Joel Mitchell, de 41 años, decidió irrumpir en él. Y morir quemado ante la vista de miles.
Originario de Oklahoma, Mitchell murió horas después de ser rescatado agonizante de la mayor escultura del festival en el Hospital UC Davis. En la actualidad vivía en Suiza y estaba allí de visita. Casado, era la primera vez que el hombre participaba del show de California.
Las imágenes de Mitchell ingresando al infierno de fuego y maderas ardientes fueron registradas por los fotógrafos que estaban allí. También la desesperación de los bomberos que intentaron rescatarlo con vida y pusieron en juego su cuerpo para hacerlo.
Su madre, Johnnye Mitchell, no entiende qué pudo pasar. Duda que su hijo estuviera pasando por un momento que lo llevara a cometer suicidio. "Estaba de gran ánimo cuando lo vimos", indicó al diario Reno Gazette-Journal. "Era amoroso y una buena persona. Le gustaba escalar y el aire libre, correr… Nunca sospechas que algo así podría ocurrir", indicó la mujer.
El festival es un fiesta anual de siete días que se celebra en la ciudad de Black Rock, en una zona desértica de Nevada, Estados Unidos. Este año el evento terminó en tragedia cuando Mitchell ingresó a una escultura de fuego y sufrió quemaduras de gravedad.
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