Este martes Donald Trump se trasladó a Texas para supervisar las tareas de rescate en las zonas más afectadas por el huracán Harvey. Durante una reunión que mantuvo con senadores y autoridades locales, el presidente de Estados Unidos aseguró que "probablemente nunca hubo algo tan caro" en la historia del país, en referencia al costo que demandará la reconstrucción por las catastróficas inundaciones.
Asimismo, el mandatario advirtió que la recuperación podría llevar bastante tiempo. "Lo triste es que esto es a largo plazo. Nadie ha visto esta cantidad de agua tanto tiempo", reconoció.
Trump aseguró que junto al Congreso trabajarán en "una propuesta costosa".
Los senadores por ese estado, John Cornyn y Ted Cruz, estuvieron presentes durante la reunión, y el presidente sostuvo que trabajará de forma directa con ellos durante el tiempo de reconstrucción de los daños provocados por la catástrofe natural.
Trump llegó este martes a Austin, capital del estado, acompañado de su esposa Melania. El mandatario, no obstante, no visitará Houston, una de las ciudades más afectadas por Harvey, donde cientos de personas permanecen atrapadas por las inundaciones.
La mayor parte del área metropolitana de Houston, donde viven unos 6,8 millones de personas, seguía bajo el agua el martes, en algunas zonas a más de un metro de altura. Soldados de la Guardia Nacional, policías, rescatistas y civiles recorrían Texas en helicópteros, botes y camiones acondicionados especialmente para rescatar a miles de personas varadas.
Mientras las autoridades trabajan para rescatar a los damnificados, Harvey recupera fuerzas en la costa del Golfo de México, viró sobre sí mismo y se apresta a tocar nuevamente tierra el miércoles.
Trump declaró el estado de emergencia en el vecino estado de Louisiana, que ya sufrió fuertes precipitaciones, y donde se espera que Harvey azote con fuerza.
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