Autoridades estadounidenses subieron este martes a 18 el número de muertes en el sur de Texas por las inundaciones y lluvias tras el paso del huracán Harvey y reconocieron que probablemente la cifra seguirá aumentado.
La cifra de muertes aumentó después de que otros tres fallecimientos fueron confirmados en el área de Houston.
El Instituto de Ciencias Forenses del condado Harris actualizó el martes por la noche las muertes relacionadas con el meteoro para incluir a una mujer de 89 años, Agnes Stanley, que fue hallada flotando en 1,2 metros (4 pies) de agua dentro de una vivienda. Otra mujer, esta de 76 años, fue encontrada flotando en una inundación cerca de un vehículo. Su nombre no fue dado a conocer.
Por otro lado, un individuo de 45 años, Travis Lynn Callihan, salió de su vehículo y cayó dentro de una inundación. Fue trasladado a un hospital, donde murió el lunes.
Los familiares y las autoridades han reportado cuando menos 18 fallecimientos, aunque los cuerpos de algunas víctimas que aparentemente fueron arrastradas por el agua no han sido hallados.
Agencias federales y locales informaron que han rescatado a más de 13.000 personas en el área de Houston, así como en ciudades aledañas y en condados del sureste de Texas, desde que la tormenta tropical Harvey inundó la zona con lluvias torrenciales.
El refugio más grande de Houston acogía a 10.000 de los desplazados, y el martes abrieron dos grandes instalaciones más para recibir a los que no cabían. El gobernador de Luisiana se ofreció a acoger a víctimas de Harvey en Texas y el telepredicador Joel Osteen abrió su gran iglesia en Houston, un antiguo estadio de 16.000 asientos, después de recibir críticas en medios sociales por no actuar para ayudar a las familias desplazadas por la tormenta.
Mientras tanto, la tormenta tropical Harvey, muy debilitada, se adentraba en nuevo territorio. Los meteorólogos esperaban que tocara tierra el miércoles en torno a la frontera en Texas y Luisiana cerca de Beaumont, Texas, con vientos de 72 kilómetros (45 millas) por hora y fuertes lluvias, para empapar Luisiana buena parte del día antes de llevar los aguaceros hacia el norte. Arkansas, Tennessee y partes de Missouri están en alerta por inundación para los próximos días.
En una aparente respuesta a los reportes ocasionales de saqueos, se impuso un toque de queda de la medianoche a las 5 de la madrugada y la policía dijo que los infractores serían interrogados, registrados y detenidos.
A su vez, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó Texas el martes para evaluar los daños causados por la tormenta, el primer gran desastre natural que enfrenta desde que llegó al poder, en momentos en que las lluvias seguían cayendo sobre Houston y decenas de miles de personas huían de sus casas. Analistas estimaron un impacto material de entre 30.000 millones y 100.000 millones de dólares, según reportó Bloomberg. La mayoría de los daños no estarán cubiertos por seguros.
El Golfo de México es también una región clave para la producción de petróleo de los Estados Unidos. Harvey causó la suspensión de cerca del 22% de la producción de crudo en la región, equivalente a 375.000 barriles por día.
(Con información de AP, Reuters y AFP)
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