El hombre estaba sentado en un banco del parque Carl Thornton de Santa Ana, California. Sus dos hijos correteaban y jugaban a su alrededor junto con la madre. Era lunes a las 20: 30 y ya no quedaba casi nadie.
En ese momento, Gustavo Valencia López, de 38 años, vio el helicóptero en el cielo. Para divertirse, sacó un puntero láser que tenía en el bolsillo y lo dirigió hacia la aeronave.
Quizás no se dio cuenta de que pertenecía a la policía del condado de Orange. Probablemente, tampoco se dio cuenta de que estaba cometiendo un delito.
Lo cierto es que el piloto dio aviso a la unidad más cercana y, en cuestión de minutos, llegó una patrulla. Los agentes palparon a Valencia y no encontraron nada. Sin embargo, hallaron luego el puntero enterrado en la tierra, en el lugar desde el cual había apuntado al helicóptero.
El padre fue arrestado delante de su familia. En las próximas semanas será sometido a juicio.
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