La carta de un padre a su hijo supremacista blanco: "Quiero repudiar su maldad"

Los parientes de Peter Tefft, identificado en los medios de comunicación como un asiduo asistente a las marchas de extrema derecha, indicó que su hijo no volverá a ser bienvenido en los eventos familiares hasta que no cambie su ideología

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Tefft, junto a la polémica
Tefft, junto a la polémica estatua del confederado Robert Lee

Una familia estadounidense repudió en una carta abierta a su hijo por su participación en las manifestaciones de supremacistas blancos, luego de su aparición en las marchas de extrema derecha en Charlottesville.

La familia resaltó que "fue un error" callar durante el tiempo en que Peter Tefft había comenzado a mostrar su ideología extrema. Según apuntó Pearce, su padre, "fue el silencio de la gente buena que permitió a los nazis florecer la primera vez, y es el silencio de la buena gente que les permite florecer hoy".

Por ello, ante las repetidas muestras de racismo de su hijo menor, sus parientes decidieron que no será bienvenido a los próximos eventos familiares.

Peter, por su parte, fue entrevistado por la cadena KVLY-TV, sin querer comentar sobre la posición de su familia y reivindicado sus posiciones extremistas.

La carta completa:

Mi nombre es Pearce Tefft y le escribo a todos con relación a mi hijo menor, Peter Tefft, un declarado nacionalista blanco que ha aparecido en varios medios locales en los últimos meses.

La noche del viernes, mi hijo viajo a Charlottesville, Virginia, y fue entrevistado por una cadena mientras marchaba con nacionalistas blancos, que habrían matado a una persona.

Yo, junto a sus hermanos y la familia entera, quiero repudiar fuertemente el malvado, odioso y racista discurso de mi hijo y sus acciones. No sabemos específicamente dónde aprendió estas creencias. No las aprendió en su hogar.

He compartido mi casa y mi corazón con amigos y conocidos de toda raza, género y creencia. He enseñado a mis hijos que todos los hombres y mujeres son creados en igualdad. Que debemos amar a todos.

Evidentemente Peter ha elegido no aprender estas lecciones, muy a mi pesar y el de mi familia. Hemos estado en silencio hasta ahora, pero ahora vemos que fue un error. Fue el silencio de la gente buena que permitió a los nazis florecer la primera vez, y es el silencio de la buena gente que les permite florecer hoy.

Peter Tefft, mi hijo, ya no es bienvenido en nuestras reuniones familiares. Rezo para que mi hijo pródigo renuncie a sus creencias de odio y regrese a casa. Solo así serviré el banquete.

Sus opiniones de odio están generando retórica de odio a sus hermanos, primos, sobrinos, así como a sus padres. ¿Por qué debemos ser culpables por asociación? De nuevo, ninguna de sus creencias fue aprendida en casa. Nunca hemos aceptado y nunca aceptaremos esta retorcida perspectiva.

Él alguna vez bromeó, "el tema de nosotros los fascitas es que no creemos en la libertad de expresión, puedes decir lo que quieres, simplemente te lanzaremos a un horno".

Peter, tendrás que arrojar nuestros cuerpos al horno. Por favor, hijo, renuncia a tu odio, acepta y ama a todos.

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