(Video: The Washington Post)
Mike Kentrianakis nunca devolvió a sus padres los USD 400 que les pidió a los 14 años para viajar a Canadá a ver su primer eclipse. Desde esa experiencia en 1979 se ha endeudado muchas veces más para poder recorrer el mundo en busca de eclipses; incluso llegó a ver uno en el famoso Vuelo 870 de Alaska Airlines del 8 de marzo de 2016, para lo cual compró su pasaje especialmente.
"Pero es el eclipse del 21 de agosto, el primero que cruza los Estados Unidos continentales, el que Kentrianakis ha estado esperando toda su vida", según expresa The Washington Post.
Durante una hora y media, el sol quedará completamente tapado por la luna y será de noche durante el día a lo largo de una hora y media, tiempo que las 70 millas (112 kilómetros) de sombra del eclipse total tardarán en cruzar desde Oregon a Carolina del Sur.
"Por fin van a entender", dijo Kentrianakis al periódico estadounidense, como quien habla de una revelación mística. "Si a uno lo impacta lo suficiente, nunca volverá a ser el mismo".
Este hombre de 52 años, que se llama a sí mismo "el loco de los eclipses", ha visto 20 en todo el mundo, una pasión que le costó empleos, ahorros y un matrimonio. Ni siquiera una apoplejía que lo dejó brevemente en una silla de ruedas impidió que el 20 de marzo de 2015 estuviera en Svalbard, Noruega, para ver cómo la luna tapaba al sol.
"Su búsqueda lo ha llevado desde una cumbre de montaña en la Argentina a una jungla en Gabón, a un campo helado al norte del Círculo Ártico", describió The Washington Post. Diez horas de manejo para llegar a Carolina del Norte en 1984. Un eclipse anular sobre las cataratas del Niágara en 1994. Aruba (1998), Reino Unido (1999), Europa (2005), Siberia (2008), China (2009), Isla de Pascua (2010)… el único punto del planeta que le falta conocer es la Antártida.
"Ojalá lo pudiera describir de una manera normal", suspiró. "Esperen a verlo. Entonces van a entender".
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