El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, manifestó que el arresto de los dos opositores venezolanos es alarmante y que su país evalúa opciones para responder a esta situación.
En conferencia de prensa, Tillerson aclaró que Estados Unidos ha intentado lograr un acercamiento a Venezuela a través de organismos internacionales como la OEA, que comparten su visión sobre esta nación sudamericana, y que su objetivo aún es que Venezuela respete su constitución, que sostenga elecciones libres y que permita que los venezolanos tengan en el gobierno "la voz que merecen".
"Estamos muy preocupados por lo que vimos después de la votación de la Asamblea Constituyente, que salió como esperábamos, y provocó nuevamente el arresto de líderes de la oposición anoche. Eso es muy alarmante. Esto podría provocar un nuevo brote de violencia en el país. La situación, desde un punto de vista humanitario, está empeorando y estamos evaluando todas nuestras opciones sobre políticas para ver qué podemos hacer para modificar las condiciones", agregó Tillerson.
Por otro lado, la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee, declaró que el gobierno de Estados Unidos considera que el gobierno de Venezuela es responsable por la suerte de López y Ledezma.
"Estados Unidos condena las acciones de la dictadura de (Nicolás) Maduro y consideramos que el régimen es responsable", dijo Huckabee.
La vocera recordó que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, se comunicó telefónicamente con López la semana pasada, y apuntó que tanto él como Ledezma "son prisioneros políticos".
López había vuelto a casa el 8 de julio, luego de cumplir en una prisión militar tres años y cinco meses de la pena de casi 14 años a la que fue condenado por incitar a la violencia en protestas contra Maduro, que dejaron 43 muertos en 2014.
Ledezma, ex alcalde de Caracas, fue capturado el 19 de febrero de 2015 en su oficina y en abril de ese año recibió casa por cárcel. Está acusado de presunta conspiración contra Maduro.
Pero en la madrugada de este martes, ambos fueron trasladados a la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas.
Con información de AP y AFP
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