La decisión de Donald Trump de no permitir el ingreso de personas transgénero en el Ejército estadounidense causó duras críticas entre activistas LGBT y expertos en asuntos militares, entre los que se destacó Chelsea Manning, la ex soldado cuya condena por filtrar información clasificada a WikiLeaks fue reducida por Barack Obama.
"¿Las Fuerzas Armadas más grandes, más fuertes y más caras del planeta se lamentan entonces por unos pocos trans, pero financian los F-35? Esto suena a cobardía", reaccionó Chelsea Manning en Twitter, comparando el costo de la integración de los transexuales en el Ejército con los del avión de combate F-35, el programa más caro de la historia militar estadounidense, que tiene un costo estimado en 400.000 millones de dólares.
so, biggest baddest most $$ military on earth cries about a few trans people 😩 but funds the F-35? 😑 sounds like cowardice 😎💕🌈 #WeGotThis
— Chelsea E. Manning (@xychelsea) July 26, 2017
Sus mensajes no fueron bien recibidos por los seguidores de Trump. Ryan Fournier, líder de un grupo estudiantil en apoyo al presidente, le espetó: "Los militares no están para pagar tratamientos como hicieron con la traidora Chelsea Manning. Están para proteger el país". A ello, la ex soldado respondió: "Ellos ya no protegen nuestro país. Necesitamos desmantelar el inflado estado militar antes que destruya a todos".
En su anuncio, Trump había manifestado entre los argumentos que el ingreso de transexuales acarreaba un alto costo económico y una "disrupción" en las Fuerzas Armadas.
El argumento de los gastos médicos que supone un cambio de sexo de los reclutas es puesto en cuestión por un estudio del centro de reflexión RAND. Esa investigación lo calcula en 2,4 millones a 8,4 millones de dólares por año en un presupuesto total del Pentágono de más de 500.000 millones en 2016.
Según el departamento de Defensa estadounidense, hay entre 2.500 y 7.000 transexuales entre los 1,3 millones de militares en actividad. La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Campaign estima que la cifra está más cerca de los 15.000. Se trata de militares que declararon su orientación luego de su integración en las Fuerzas Armadas, como la propia Manning. Su futuro no ha sido aclarado por la Administración Trump.
Otras reacciones
"Veámonos frente a frente y dime que no soy digna" (de servir en el ejército), desafió a Trump la ex Navy Seal Kristin Beck, condecorada por su valentía y herida en combate, que se declaró transexual tras 20 años en la unidad de élite de las fuerzas especiales de los Estados Unidos.
Por su parte, el senador republicano John McCain, quien sirvió en la guerra de Vietnam, manifestó: "Todo estadounidense que cumpla con los estándares actuales sobre el plan médico y la preparación debe continuar sirviendo".
El Pentágono parece haber sido tomado por sorpresa con este anuncio, en momentos en que su titular, Jim Mattis, se encuentra de vacaciones. "Daremos instrucciones en breve", comentó escuetamente su vocero, el capitán Jeff Davis, remitiendo todas las dudas a la Casa Blanca.
LEA MÁS: