Pocas cosas caracterizan más a los Millenials como fuerza laboral que su supuesto derecho de nacimiento al trabajo a distancia. Con la llegada de las VPN utilizadas para conectar una o más computadoras a una red privada utilizando Internet, cada vez más empresas comenzaron a utilizarlas para que sus empleados – desde sus casas, hoteles y otros sitios menos convencionales – puedan acceder a recursos corporativos a los que, de otro modo, no podrían.
Pero lo que hoy se ha vuelto una especie de beneficio cuasi obligatorio para muchos jóvenes que se suman al mercado laboral no era algo usual para generaciones anteriores, acostumbradas a cumplir un estricto horario laboral de lunes a viernes dentro del espacio trabajo designado específicamente para ejercer sus funciones.
La posibilidad de poder trabajar remotamente, ya sea un día al mes, a la semana o a tiempo completo está comenzando a ser cuestionada por expertos en RRHH y managers, quienes, desalentados por los resultados del experimento que ya lleva varios años de vida, están considerando terminar o limitar los acuerdos de trabajo remoto.
Según consigna el periódico financiero The Wall Street Journal, firmas multinacionales de la talla de IBM, Aetna, Bank of America y Reddit son solo algunas de las empresas que, gracias a un reclamo de sus directivos por una mayor colaboración, contacto más cercano con clientes y sobre todo una necesidad de aumentar el control sobre las tareas diarias de los empleados, han decidido recortar los beneficios vinculados al teletrabajo.
Según cifras de la Sociedad para la Administración de los Recursos Humanos de los EEUU, una gran mayoría de los empleadores con base en el país del norte ofrece a sus empleados algún tipo de beneficio de trabajo remoto, pero el porcentaje de personas que llevan adelante dicha práctica ha descendido de un 24 por ciento en 2015 a un 22 por ciento el año pasado. De acuerdo a los expertos consultados, la tendencia continuará a la baja.
Para muchos empleados que hoy gozan de los beneficios del teletrabajo, regresar a la oficina puede ser algo verdaderamente aterrador dado que se tendrán que volver a acostumbrar a la falta de privacidad en un entorno donde tendrán que compartir un espacio con otros, además de tener que lidiar con el tráfico de la hora pico, tanto en el trayecto de ida como al regreso de sus oficinas.
Precisamente ventajas como el hecho de no tener que perder un promedio de dos horas diarias en transporte público o en el mejor de los casos a bordo del propio vehículo están entre los aspectos más valorados por aquellos que trabajan desde su hogar.
A diferencia del acuerdo tácito que manejaban nuestros padres mediante el cual gran parte de los hombres tomaban como propio el rol de "sostén de familia", hoy día la norma es que madres jóvenes – tanto por motivos económicos como por su derecho al desarrollo como profesionales – se cuestionen dedicarse a tiempo completo al cuidado de sus hijos, al intentar dividir las responsabilidades parentales con sus parejas o directamente buscar alternativas que permitan al menos trabajar "part time" desde el hogar para no tener que desembolsar cuantiosas sumas de dinero mensuales en niñeras o guarderías.
A pesar de que el Wall Street Journal reconoce que según estudios hechos al respecto, los teletrabajadores no solo no suelen presentar problemas a nivel de productividad para sus empleadores sino que además acostumbran a ser más eficientes que sus contrapartes que habitan cubículos a tiempo completo, también destacan que cada vez más managers reclaman tener a los miembros de sus equipos a la vista, aun si esto significa sacrificar resultados.
Esta primavera la firma IBM, probablemente uno de los principales promotores del trabajo remoto, comenzó a ofrecer a sus "empleados remotos" la posibilidad de ejercer la misma función pero desde la oficina y también les propuso aplicar para nuevos cargos, pero sacrificando sus beneficios de teletrabajo. Aquellos que no se sintieran atraídos por ninguna de las dos opciones tendrían la opción de renunciar.
Según compartió el WSJ, IBM busca promover las interacciones personales en el ámbito laboral, por lo que ha decidido invertir USD 750 millones para replantear los espacios de oficinas existentes bajo un nuevo esquema que promueve el trabajo en equipo. Además, ya han capacitado a 160.000 empleados para que capitalicen al máximo el contacto cara a cara en pos del beneficio de la compañía.
Es justamente esa capacidad de trabajar en equipo y de manera presencial la que según expertos, muchos empleados pierden luego de pasar años ejerciendo sus funciones desde el hogar.
El gigante del retail de electrónica norteamericano Best Buy es otra de las firmas que ha decidido dar por terminado su programa de teletrabajo. Luego de permitir que 5.000 de sus empleados pudieran trabajar desde casa, tras verse cómo se complicaba la coordinación de tareas tan sencillas como la planificación de reuniones, los directivos decidieron liquidar el beneficio en 2013.
Coincidentemente, los cuatro años que siguieron a la medida considerada como drástica por muchos expertos estuvieron marcados por el resurgimiento de la compañía, con ingresos netos en dicho período que – según datos del WSJ – se duplicaron y con el valor de las acciones que se catapultó en un 200 por ciento.
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