El presidente estadounidense Donald Trump apoya un proyecto de ley anunciado este sábado por las dos Cámaras del Congreso estadounidense para aumentar las sanciones a Rusia debido en parte a su supuesta injerencia en las elecciones de este país.
"Apoyamos el proyecto de ley tal y como está ahora", afirmó la nueva portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en una entrevista con la cadena de televisión ABC News.
La Casa Blanca se había opuesto a una versión anterior del mismo proyecto, debido sobre todo a que el plan limitaba la capacidad de Trump de levantar las sanciones a Rusia.
El nuevo proyecto de ley, que incluye también nuevas sanciones a Irán y Corea del Norte, mantiene ese límite: si Trump quisiera suspender las restricciones o hacer cambios "significativos" en la política hacia Rusia, debería informar al Congreso y éste tendría 30 días para decidir si le permite hacerlo.
El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, también advirtió el mes pasado de que aumentar las sanciones a Moscú complicaría su esfuerzo para enderezar las relaciones con Rusia, e instó a los legisladores a dar "flexibilidad" a Trump para desarrollar su política exterior.
No obstante, Sanders aseguró que el Gobierno de Trump "apoya ser duros con Rusia, y en particular imponer estas sanciones".
"La legislación original estaba mal concebida, pero hemos podido trabajar con la Cámara de Representantes y el Senado, y la Administración está satisfecha de haber podido hacer eso y haber hecho cambios que eran necesarios", subrayó la portavoz.
"Seguiremos trabajando con la Cámara baja y el Senado para imponer esas duras sanciones a Rusia hasta que se resuelva la situación en Ucrania, algo que por ahora no ha ocurrido", añadió.
El nuevo texto, que se votará el martes en la Cámara baja y poco después en el Senado, impondría sanciones a Rusia no solo por su interferencia en las elecciones presidenciales de 2016, sino también por su actividad militar en el este de Ucrania y su anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014.
La ley sancionaría además a rusos implicados en violaciones de derechos humanos, responsables de ciberataques e individuos que hayan suministrado armas al régimen sirio de Bashar al Assad.
La votación se hará bajo un procedimiento exprés reservado para proyectos de ley que cuentan con mucho respaldo, y se espera que se apruebe por una mayoría de dos tercios en ambas Cámaras, un apoyo lo suficientemente amplio como para invalidar cualquier veto que Trump pudiera decidir imponer sobre la legislación.
La Casa Blanca parece haber decidido que, aún si Trump mantuviera su capacidad de veto, no le convendría hacerlo en un momento en que hay sendas investigaciones abiertas del FBI y el Congreso sobre sus presuntos lazos con Rusia.
En cuanto a Irán, el proyecto de ley impone sanciones financieras y prohíbe la entrada a EEUU a personas implicadas en el programa de misiles balísticos de Irán y a aquellos que negocien con ellos.
La ley también obligaría al Gobierno estadounidense a aplicar sanciones a la Guardia Revolucionaria de Irán por su "apoyo del terrorismo" y a sancionar a violadores de derechos humanos.
Por último, el proyecto prohibiría la entrada en Estados Unidos de bienes producidos gracias a trabajos forzados en Corea del Norte, y vetaría la llegada a puertos estadounidenses de barcos norcoreanos o provenientes de países que no implementen las resoluciones de la ONU en contra de Pyongyang.
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