Nick Lutz ganó popularidad a partir de un posteo que realizó en Twitter el 17 de febrero. En él, ácido como pocas veces y con el corazón aún dañado por el abandono amoroso que había sufrido, se vengaba de su ex novia de una forma humillante.
"Cuando tu novia te envía una carta de disculpas y tú la calificas para devolvérsela". Eso decía el mensaje que compartió con sus seguidores. Pero con un ingrediente: como si fuera un profesor, publicó las cuatro páginas de la carta personal, remarcado en rojo los errores de ortografía y gramaticales que su ex amada había cometido. La calificó con una "D-". No aprobada.
When your ex writes you an apology letter so you grade it to send it back pic.twitter.com/MczdjcCiil
— Nick Lutz (@NickLutz12) February 17, 2017
El tuit, como era de esperar, se transformó en un éxito viral. "Éxito" a los ojos de Lutz. Una humillación innecesaria para la joven que intentaba llegar a su corazón. El posteo consiguió 121 mil retuits y 337 mil likes. "Esta es la única forma que tengo de acercarme", comienza su carta. Es que él la había bloqueado en su teléfono y en los sistemas de mensajería.
Sin embargo, cinco meses después, Lutz se vio envuelto en una disputa legal con la University of Central Florida, a la que asiste. Las autoridades de la casa de estudios decidieron suspenderlo por ese tuit. Según ellos, violó el código de conducta de los estudiantes. Lo consideraron "disruptivo" y "nocivo", según reportó The Washington Post. Además de la suspensión para asistir a clases en verano y otoño, el estudiante deberá hacer tareas comunitarias y tener un tutor.
Jacob Stuart, abogado de la familia Lutz, decidió contraatacar. Argumentó que la decisión de la universidad es inconstitucional, porque viola el derecho a la libre expresión. "No había nada despectivo en ello. Era obvio que se burlaba de ella, pero esa es la belleza de la constitución", comentó el letrado en declaraciones hechas al diario Miami Herald. Pero el correctivo universitario también incluye para Lutz una humillación personal: deberá escribir un ensayo en el cual indique cómo su tuit impactó en los demás.
"Nunca la expuse", indicó Lutz al intentar argumentar que jamás indicó el nombre completo de su ex y que por eso no existió una conducta inapropiada por su parte. Además, dijo, la joven no pertenece a la universidad, por lo que no entiende por qué las autoridades tomaron cartas en el asunto.
Ayer, hicieron la apelación formal ante la University of Central Florida. "Nuestra universidad decide qué post le gusta y cuál no", escribió Lutz en su cuenta de Facebook pidiéndole a los demás 60 mil alumnos que estuvieran al tanto de lo que ocurría en el campus.
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