Las patrullas arribaron al domicilio alertadas por un tiroteo que se había producido en el interior. Afuera encontraron a una mujer que tenía una herida de bala. Ella les dijo que su pareja, George Tillman, le había disparado y que en ese momento estaba adentro amenazando con matar a la hija que tenían en común, de solo tres años.
Ni bien se acercaron, los policías de Las Vegas debieron cubrirse de la balacera que provenía de la casa. La situación era tan compleja que debió intervenir una unidad SWAT.
Los especialistas ingresaron a la vivienda a la medianoche del sábado. Tillman estaba agazapado en su cuarto, disparando y usando a la niña como escudo.
Pero el equipo táctico actuó con notable rapidez. En segundos avanzaron hasta donde estaba el agresor, lo abatieron y rescataron a la menor, que resultó ilesa. El hombre murió minutos más tarde, en el hospital.
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