Los líderes republicanos del Senado de EEUU revelaron este jueves su propuesta de ley de reforma sanitaria, un proyecto polémico por su redacción en secreto y que ha suscitado dudas y divisiones en el propio partido conservador, que busca aprobarla antes de fin de mes.
El borrador, de 142 páginas, fue publicado en la web del Comité Presupuestario del Senado y contempla fuertes recortes al programa Medicaid (para personas de bajos ingresos), así como la eliminación de la mayoría de los impuestos incluidos en el Obamacare, como se conoció popularmente a la reforma sanitaria promulgada por el entonces presidente Barack Obama en 2010.
El proyecto de ley del Senado, al igual que otra iniciativa aprobada en mayo en la Cámara de Representantes, busca derogar y reemplazar esa reforma sanitaria que ha permitido obtener cobertura médica a más de 20 millones de personas.
Los senadores republicanos fueron convocados a una reunión especial a las 09:30 hora local (13:30 GMT) para conocer los detalles del proyecto, redactado durante semanas en secreto por un grupo de 13 legisladores capitaneados por el líder de la mayoría conservadora en el Senado, Mitch McConnell.
McConnell pretende someter el texto a votación antes del final de la próxima semana, para tenerlo aprobado antes de que el Senado entre en receso estival, algo que ha generado críticas de la oposición demócrata e incluso de algunos republicanos, que lamentan que no haya más oportunidades de debate ni de estudiar bien el plan.
Minutos después de que se develara el proyecto, la líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseguró en una rueda de prensa que el borrador del proyecto es "dañino y sin corazón" porque perjudicará a las personas con menos recursos.
En un tono similar, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, llamó "sin corazón" a la propuesta republicana y aseguró que la nueva iniciativa es incluso "más cruel" que el proyecto legislativo sobre salud aprobado por la Cámara de Representantes en mayo pasado.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha depositado muchas esperanzas en el plan, dado que la semana pasada aseguró que el proyecto aprobado en la Cámara baja es "mezquino", después de haber celebrado su aprobación por todo lo alto en la Casa Blanca, y pidió a sus aliados en el Senado una mejora para hacerlo "más generoso".
"No puedo garantizar nada, pero espero que podamos sorprenderlos con un plan muy bueno. Lo que yo quiero es un plan con corazón", dijo Trump en un discurso este miércoles en Iowa.
Además, recientemente la Casa Blanca difundió un video en el que enfatizó que el Obamacare "ha fracasado" y ha significado millones de dólares en pagos de multas, en referencia a los pagos por no cumplir la obligatoriedad del sistema, usada para financiar a la cobertura de la población.
#Obamacare has led to higher costs and fewer health insurance options for millions of Americans. It has failed the American people. pic.twitter.com/xmhT82w3Ii
— The White House (@WhiteHouse) June 21, 2017
El mandatario trataba de rebajar así las dudas generadas por un informe independiente que en mayo pronosticó que, de salir adelante la reforma aprobada por la Cámara baja, 23 millones de personas perderán su cobertura médica en una década en EEUU.
McConnell ha tratado de proteger su proyecto legislativo de las críticas derivadas de ese informe y, por eso, los debates internos se han llevado a cabo en secreto en las últimas semanas.
Además, el líder republicano ha decidido tramitar la propuesta mediante un procedimiento presupuestario que le permite aprobarlo con el apoyo de apenas 50 senadores, en lugar de los 60 que requieren generalmente los proyectos de ley.
Incluso con ese esquema, McConnell solo puede permitirse perder el apoyo de dos de los 52 senadores republicanos y deberá hacer equilibrios para convencer tanto al ala más moderada del partido como a los ultraconservadores.