El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos decidió rescindir la acción diferida que beneficiaba a los padres indocumentados de hijos con ciudadanía o residencia permanente.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, anunció en un comunicado que se ponía fin inmediato al memorando de noviembre de 2014 por el cual la administración del presidente estadounidense Barack Obama eximía temporalmente de la deportación a padres de hijos regularizados.
La acción diferida para padres está bloqueada por los tribunales estadounidenses desde 2015 y lo que el Departamento de Seguridad Nacional anunció es que no "litigará" más para defender la puesta en marcha de esta medida de alivio migratorio.
No obstante, el programa que protegía de la deportación a niños que habían llegado a los Estados Unidos ilegalmente cuando aún eran pequeños desde antes de enero de 2010 seguirá en marcha.
Según un estudio del Migration Policy Institute, unos 3,6 millones de indocumentados podrían haberse beneficiado por la acción diferida para padres indocumentados de estadounidenses o residentes permanentes, conocida por las siglas DAPA.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha tomado una línea dura con la inmigración indocumentada desde que llegó al poder en enero.
Trump ordenó aumentar la seguridad fronteriza e intensificar las redadas de indocumentados, especialmente de aquellos que pertenecen a bandas criminales o tienen delitos pendientes.
No obstante, la mayor intensidad de las redadas ha afectado también a inmigrantes indocumentados sin antecedentes y con trabajos que pagan impuestos.
Por el momento, la Administración de Trump no ha acabado con la acción diferida para niños inmigrantes indocumentados, conocida como DACA, al no considerar su rescisión prioritaria.
(Con información de EFE)
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